Champions: Manchester City - Real Madrid

Un Real Madrid heroico agranda su leyenda

Lección histórica de resistencia del Real Madrid, que sobrevivió al asedio del Manchester City

Lunin, que detuvo dos penas máximas, se convirtió en el héroe del equipo de Ancelotti

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El Real Madrid vuelve a las semifinales de Champions.

Un Real Madrid heroico agrandó su leyenda en la Champions y sobrevivió al asedio del Manchester City hasta llevar la eliminatoria a los penaltis. El tempranero gol de Rodrygo dio paso a un monólogo del equipo de Guardiola, que encerró al Madrid en su área. De Bruyne empató en la segunda parte y los de Ancelotti también sobrevivieron a la prórroga. En los penaltis, la figura de Lunin, que detuvo dos penas máximas, se agigantó y el Real Madrid logró un milagroso pase a las semifinales de la Liga de Campeones.

El partido del siglo, capítulo segundo. Y no habrá tercera parte al menos hasta la próxima temporada. En el rincón local el Manchester City, vigente campeón de la Champions y, posiblemente, el mejor equipo del mundo. En la esquina visitante, el Real Madrid, primus inter pares de los aristócratas del fútbol europeo con sus 14 Copas de Europa que relucen más que el sol. La velada del Bernabéu se saldó en combate nulo (3-3) a pesar del salvaje intercambio de mamporros durante 90 minutos. La pelea fue memorable pero no arrojó vencedor. Del Etihad sólo podría salir uno en pie.

El viejo Ancelotti no tenía demasiadas cartas para farolear con el once y prefirió no hacerse trampas al solitario con Militao, que aún está tieso. Así que cerró los ojos, rezó sus oraciones, inhaló el aroma de su flor y puso a Nacho en el once al lado de Rüdiger. Virgencita. Era la salida más lógica y la que hubiéramos tomado cualquiera en la misma tesitura. Resuelta la duda del central huelga decir que no había novedades en el resto. Bajo los palos Lunin, transparente en el Bernabéu como un vestido de Beyoncé, escoltado por Carvajal, Rüdiger, Nacho y Mendy.

En el centro del campo, a falta del sancionado Tchouaméni, estaban Camavinga, Kroos, Fede Valverde y el desaparecido Bellingham, dispuesto a encontrar su mejor yo en la tierra que le vio nacer. Arriba, faltaría más, el Real Madrid se encomendaba a la velocidad de Vinicius y Rodrygo, a veces fugaces pero siempre rápidos y venenosos.

Enfrente Guardiola recuperaba a tres jugadores de su columna vertebral ausentes en el Bernabéu: el portero Ederson, el anti-Vinicius Walker y el jugón De Bruyne. Metralla pura. El once del Manchester City en el Etihad acongojaba: Ederson; Walker, Dias, Akanji, Gvardiol; Rodri, Bernardo Silva, De Bruyne; Foden, Grealish y Haaland. Árbitro, la hora.

Apabulla el Madrid

Antes de pitar sonó el himno de la Champions, como si faltara algo para ambientar el partidazo. Y lo hizo con sendos patadones de Ederson primero y de Fede Valverde de saque de puerta después. Había respeto mutuo. Pero rápido lo perdió el City al Real Madrid. Los de Guardiola empezaron a presionar arriba como si no hubiera un mañana. No se arrugó el Real Madrid, que también se echó al monte cuando no la tenía.

Pronto se vieron las pizarras. Vinicius de falso nueve en el Madrid y Akanji de falso mediocentro en el City. La presión del equipo de Ancelotti, por inesperada, pilló de improviso a Guardiola y a sus muchachos, incapaces de salir de su campo.

Minuto 7. Incredulidad. Seguía el 0-0. Estupefacto el City ante la presión del Madrid, comenzó a alargar las posesiones hasta el paroxismo. La primera aparición de De Bruyne en el partido concluyó con un pase de la muerte que abortó seguro Lunin echándose al suelo. Como tuvo que echarse Ederson tres minutos después para atajar un disparo de media distancia de Camavinga tras una jugada coral y larguísima de todo el Madrid.

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Bellingham celebra el 0-1 del Real Madrid ante el Manchester City. (Getty)

Minuto 11. Milagro. Con el Real Madrid desatado e inspirado llegó el 0-1. Lo marcó Rodrygo tras una jugada en la que participaron Carvajal en el inicio, Bellingham, con un control estupendo, Valverde con un pase filtrado a Vinicius y el brasileño asistiendo a su compatriota que marcó a la segunda.

El gol picó al City como la varicela. Les picó mucho. Mogollón. La respuesta fueron tres córners seguidos y un cabezazo de Haaland que se fue al cielo del Etihad. Empujaba el equipo de Guardiola. Retrocedía el Real Madrid. En el 18 tuvieron los locales una triple ocasión: la primera la abortó Lunin, en la segunda el palo abortó en remate de Haaland y en la tercera la rodilla de Bernardo Silva la echó fuera en boca de gol.

Reacciona el City

Minuto 26. Taquicardia. La siguiente ocasión fue para el City, que se aprovechó de que Carvajal yacía en el suelo para montar una contra que finalizó De Bruyne con un disparo cruzado que desvió a córner Lunin. Buena mano. Otra vez el equipo de Guardiola apretaba, se cubría el Madrid. Y salía a la contra con Bellingham de lanzador, el veneno de la potencia de Valverde y Camavinga y la punta de velocidad de los dos brasileños. Olía a gol en las dos áreas.

Minuto 31. Malditos córners. No paraba el Manchester City de acumular saques de esquina que quitaban años de vida al madridista más calmado. Otro disparo de De Bruyne en el 32 se marchó alto. Seguía sumando uys el equipo de Guardiola. El Real Madrid necesitaba recuperar un poco la pelota para tomarse un respiro porque se le empezaba a hacer bola el primer tiempo.

Vio amarilla Carvajal por una faltita a Grealish. Acarrearía suspensión en semifinales. Pedía a gritos la hora el Madrid mientras el City era un martillo pilón percutiendo el área de Lunin. El monopolio de la pelota era azul. Achicaba agua el equipo de Ancelotti en plena inundación local. otra vez Lunin emergió para sacar un intento de gol olímpico de De Bruyne. Sólo la campana del descanso podía salvar al Real Madrid.

Igual que en el Bernabéu la puso en la escuadra, Foden la echó arriba en el 45. Concluyeron los dos de prolongación y el Madrid llegó ileso al descanso y con un milagroso 0-1. Duró poco el descanso. Lo justo para que el madridismo redujera pulsaciones. El que pudiera, claro. Volvió el fútbol y siguió el mismo guión. Otra vez el Real Madrid trató de presionar de inicio, aunque esta vez ya pilló advertido a Guardiola, que puso a calentar a medio banquillo.

Toca sufrir

Impreciso con la pelota, Kroos primero y Camavinga después perdieron sendos balones demasiado peligrosos. El Real Madrid trataba de sacudirse el dominio local. Entre Nacho y Lunin cocinaron otro susto en el 51. El City sacaba su undécimo córner. ¡Qué manera de sufrir! Foden remató en el área y atrapó abajo el meta madridista.

Minuto 53. ¿Dónde está Vinicius? El Real Madrid echaba en falta a alguien que pidiera la pelota e inquietara un poco a la adelantadísima defensa del City. El equipo de Ancelotti no estaba en bloque bajo, estaba en bloque subterráneo. Algo respiró el Madrid con las amarillas justas que vieron Grealish primero y Gvardiol después. Bellingham quedó tocado en el tobillo de resultas de la entrada del croata.

Minuto 66. Tregua. Dominaba el Manchester City y comenzaba a estar cómodo en el repliegue el Real Madrid, que ya veía la orilla en el horizonte. Quedaban brazadas para alcanzarla, vive Dios. Decimotercer córner para los locales. La echó fuera Ruben Dias. Guardiola preparaba su primer cambio: Doku por Grealish, que firmó su última ocasión con un tiro a puerta que atajó Lunin.

Una contra en el 7o fue la primera ocasión del Real Madrid en el segundo tiempo. Aceleró Fede Valverde, pero se quedó corto su pase de la muerte a Vinicius. Y otra vez volvió a la carga el Manchester City. Con el área cercada, los de Ancelotti se defendían con orden, corazón y ferocidad. Pero el reloj caminaba con una cadencia insoportable.

Iguala el City

Minuto 75. Se rompió el cántaro. Con el Real Madrid aculadísimo llegó el empate. Lo hizo Kevin de Bruyne, que se aprovechó de un mal despeje de Rüdiger y del despiste en la marca de Camavinga para fusilar a Lunin. La eliminatoria estaba empatada y el City parecía lanzado con el Etihad en combustión.

Ancelotti tiró de Modric. Quitó a Kroos para variar. El cambio, ya me perdonarán ustedes la osadía, no era el alemán, era Bellingham. De Bruyne perdonó el 2-1 en el minuto 81. Guardiola se arrodillaba por incredulidad y mala leche. Se mascaba la tragedia para el Real Madrid, que resistía hundido en su área afanándose en defenderse de cualquier manera.

Minuto 82. ¿Extremaunción? Ancelotti sacó a Brahim por Rodrygo y mantuvo a Bellingham en el campo. El City, a lomos del imponente Doku, no levantó el pie y siguió asolando el área del Madrid. Haaland la tuvo en el 89 pero su cabezazo en el segundo palo se marchó fuera. Después vio Rodri una amarilla justísima por agarrar a Brahim, que se iba camino del área.

Se pasaron los apuros finales, los cuatro de prolongación y el Real Madrid sobrevivió con una postrera amarilla para Mendy, por lo tardío y porque acarreaba suspensión, e incluso a una ocasión de Haaland fuera de tiempo. Pues nada. Prórroga.

A la prórroga

Guardiola quitó a Haaland para meter a Julián Álvarez. Cosas de Pep. Luego Ruben Dias metió un cabezazo a Bellingham que quedó impune. Doku hacía de las suyas por el costado de un cansadísimo Carvajal. Al City comenzaron a fallarle las fuerzas pero seguía encajando al Madrid en su área. Ancelotti no quería hacer más cambios y eso que su equipo estaba hundido y fundido.

Minuto 99. Unos penaltis, por favor. El Real Madrid lo fiaba todo a llevar la eliminatoria a la tanda de penaltis. Vinicius no podía ya ni hacer contras. Se rompió y tuvo que salir en su lugar Lucas Vázquez. El City se preparaba a lanzar su córner número 17. Pasaron los agobios y los minutos y el Real Madrid sacó su primer saque de esquina… ¡¡¡en el 105!!! Y encima casi marca Rüdiger en un remate a bocajarro y de media volea que mandó a las nubes.

En la segunda parte de la prórroga siguió el dominio del Manchester City y el repliegue del Real Madrid. Doku siguió amargando a Carvajal, a Lucas y a Fede Valverde, que se multiplicaban para intentar taparle. Carva se rompió y Ancelotti tuvo que sacar a Militao. Pep sacó a Kovacic y Stones por De Bruyne y Akanji. Y todavía faltaban diez minutos para los penaltis

El City siguió con su asedio, córner a córner, ante un Real Madrid que se defendía con el escudo. Modric y Brahim aguantaban un poco la pelota, pero no lo suficiente como para que el sufrimiento del equipo de Ancelotti no fuera insoportable. Todo ocurría en el área madridista. Sólo una contra de Modric alivió el sufrimiento del Madrid. Y luego otra de Brahim, que no pudo finalizar un tieso Bellingham.

Y a los penaltis

Un disparo de Julián Álvarez lo atrapó Lunin abajo. Era el 119. Quedaba uno más otro de propina. Resistió el Real Madrid y no hizo más el Manchester City, que había ganado el duelo a los puntos, pero no a los goles, así que nos fuimos a los penaltis para dilucidar quién sería el semifinalista que se las vería con el Bayern de Múnich.

Empezaba tirando el Manchester City. Iba Julián Álvarez. Engañó a Lunin Gol. Turno para Modric. Tiró abajo, adivinó Ederson y lo paró. Tiraba Bernardo Silva. Intentó el Panenka y paró Lunin con frialdad. Ahora Bellingham. Sin carrerilla. Gol. 1-1. Le tocaba a Kovacic. Otro paradón de Lunin abajo. 1-1 y pequeña ventaja para el Real Madrid. Le tocaba a Lucas Vázquez. Golazo. 1-2. Foden era el siguiente. Gol. 2-2. Pelota para Nacho. Gol. 2-3. Si fallaba el City, el Real Madrid iría a semifinales. Tiraba el portero Ederson. Gol. 3-3. El penalti decisivo era para Rüdiger. En sus botas estaba. Lo marcó, lo marcó, lo marcó, lo marcó, lo marcó… El Real Madrid se metía, en otra noche heroica, legendaria, inolvidable, en las semifinales de la Champions.

Porque en esta competición, le pese a quien le pese, el Real Madrid, que ya se ha pasado catorce veces, es EL PUTO AMO.

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