Ser presidente de la ECA, amigo personal de Aleksander Ceferin y tener el dinero por castigo ha permitido a Nasser Al-Khelaifi obrar a su antojo en el fútbol europeo en los últimos tiempos. No cabe duda de que el presidente del Paris Saint Germain cuenta con unos privilegios superiores al resto y en la ida de la eliminatoria de los octavos de final de la Champions quedó patente.
El qatarí bajó junto a su director deportivo Leonardo al vestuario del árbitro italiano Orsato a protestar durante el descanso consiguiendo un botín cuanto menos importante. El colegiado pitó en la segunda mitad un penalti favorable al equipo local y además amonestó a Ferland Mendy dejándole fuera en el partido de vuelta. En la primera mitad, en el minuto 38, también sacó la amarilla a Casemiro.
Ambos jugadores eran los únicos apercibidos del Real Madrid y no podrán ser alineados en el partido de vuelta. «Le he dicho a Orsato que las amarillas que ha sacado eran regaladas», aseveró un Carlo Ancelotti totalmente contrariado por el criterio de su compatriota.
En el Real Madrid, todos se alinean con los pensamientos de su entrenador. El club cree que Aleksander Ceferin está detrás de estas tarjetas selectivas en un partido donde el colegiado enseñó ocho cartulinas amarillas, cuatro por equipo.
Hay que recordar que la UEFA ya mostró su partidismo hacia el Paris Saint Germain en la jornada previa donde alabó hasta en 10 tuits diferentes al equipo local por apenas uno favorable al Real Madrid. Ceferin, quien sabrá este próximo otoño a través de una sentencia si puede tomar represalias contra la Superliga, ya las está tomando en cubierto con arbitrajes como los de Orsato.
El Real Madrid se presentará ‘cojó’ a la vuelta con dos de sus titulares indiscutibles fuera por culpa de unas amarillas que a juicio del club fueron muy rigurosas. Ancelotti tendrá que cuadrar sus fichas para un partido donde todo apunta a que Nacho y Fede Valverde tendrán que vestirse de Mendy y Casemiro.
