Matthijs de Ligt habló tras la remontada del Real Madrid para meterse en la final de Wembley. El conjunto blanco volvió a hacerlo y remontó al Bayern de Múnich para darle la vuelta al partido, aunque el central se quejó de la jugada que anularon por fuera de juego a los suyos, que tras pitar el colegiado acabó en gol. «Todos sabemos las reglas. Si no está claro el fuera de juego, tienes que dejar jugar y ha sido una vergüenza».
El defensa holandés ha puesto como ejemplo lo que sucedió con Joselu, que remató a gol y, tras ello, el tanto fue anulado por un fuera de juego que el VAR permitió que subiera al marcador, puesto que no había posición antirreglamentaria del delantero madridista: «Con el gol de Joselu sí dejó jugar y con nosotros no. Es increíble».
Sin embargo, De Ligt no pudo hacer más que rendirse al Real Madrid. El central del Bayern, que regresó a la titularidad tras perderse por lesión la ida disputada en el Allianz Arena, reconoció al final que los de Ancelotti son justos ganadores de la eliminatoria: «Es fácil hablar del árbitro, pero al final lo han merecido».
Por último, De Ligt habló de lo sucedido en los últimos minutos del partido. Mostró su disgusto por no haber podido clasificarse para la final, cuando lo tenían todo en su mano para citarse el próximo 1 de junio con el Dortmund en Wembley. «No son muy buenas emociones, por supuesto. Lo teníamos muy cerca», ha destacado el zaguero.
El ex del Ajax y de la Juventus destacó lo duro que es pasar «de ganar a perder en diez minutos», puesto que en apenas tres minutos, del 88 al 91, Joselu hizo un doblete para meter a los madridistas en la sexta final de las últimas 11 temporadas. Los blancos volvieron a tirar de la mística de las grandes noches europeas para dejar fuera al Bayern, algo que reconoce De Ligt, que tiene un gran mérito: «Estábamos muy cerca de la final, ellos han apretado y presionado. El Madrid cuando crees que están muertos tienen un último aliento. Por eso han ganado 14 veces la Champions; eso hace la diferencia».
De Ligt se quejó del árbitro
Y es que el Bayern se adelantó cuando más lo buscaba el Real Madrid. Los blancos perdonaban, por culpa de un gran Manuel Neuer, que sigue entre los más grandes del mundo a pesar de su veteranía. Entonces apareció Alphonso Davies para hacer el 0-1 y poner con un pie en Wembley al Bayern. Una final que cada vez estaba más cerca, hasta que el Real Madrid volvió a hacerlo.
Joselu terminó engullido por sus compañeros y escuchando con el Santiago Bernabéu coreaba su nombre. Ya es historia. Una bella historia de otra noche mágica del Real Madrid. Vinicius estuvo por encima de la eliminatoria y eso que este duelo entre colosos ya estaba lo suficientemente alto. Sólo Neuer pudo parar al brasileño, que margó la existencia a Kimmich y todo aquel que salió a su paso para tratar de frenarle. Era imposible. Cada regate que hacía era una ocasión de gol. Hasta que apareció el héroe de la noche, para aprovechar en dos ocasiones todas esas que habían desperdiciado los de Ancelotti a lo largo del encuentro.