El galés podría salir en enero rumbo a China

Las leyes anti-extranjeros de China pueden evitar la llegada de Bale

La llegada de Gareth Bale a China puede verse condicionada por las imposiciones que establece la nueva ley en el fútbol asiático. Los clubes chinos han de cumplir una serie de requisitos como el número de jugadores foráneos en la plantilla o el impuesto del 100% sobre los fichajes de extranjeros, que pueden ser un obstáculo para la llegada del galés

Bale negocia para irse al Shanghai Senhua en enero

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Bale puede salir del Real Madrid rumbo a China.

En el último lustro, China se ha abierto como un horizonte muy atractivo para los futbolistas de talla mundial que se encuentran en el último tramo de sus carreras. Hallan en el fútbol asiático una última aventura que tomar y, sobre todo, unas propuestas muy golosas con elevadas fichas. Es el caso de jugadores como Tévez, Óscar, Hulk… Sin embargo, en los últimos años esos contratos rimbombantes han caído con cuentagotas. ¿La razón? Las limitaciones que establece la nueva ley para el fútbol chino y que podría condicionar también la llegada de Gareth Bale a China.

Desde 2017, una nueva ley rige el fútbol en China. El país asiático aspira a convertirse en una gran potencia mundial en el deporte rey. De ahí a la apertura a atraer auténticas estrellas que revolucionen el mercado y acaparen la atención mediática. Pero, y muy importante, sin desatender el mercado propio. China quiere proteger a los suyos y quiere que sus futbolistas crezcan y progresen, por ello, en los últimos dos años los clubes de la Superliga China deben cumplir una serie de requisitos que limita y condiciona la firma de estrellas mundiales.

¿Cuáles son las limitaciones?

En primer lugar, los clubes chinos sólo pueden convocar a cuatro jugadores extranjeros para cada partido y en el terreno de juego sólo puede haber un máximo de tres jugadores que no sean chinos.  Además, existe la obligación de convocar siempre a dos jugadores sub -23 y uno de ellos ha de ser titular en cada encuentro.

En segundo lugar, los clubes se encuentran con limitaciones a la hora de realizar desembolsos por sus nuevas adquisiciones. Si hace unos años las llegadas de jugadores como Hulk u Óscar se producían con un coste de unos 60 millones de euros, en el último año la tendencia ha sido a la baja. Las últimas incorporaciones de jugadores provenientes del fútbol europeo se han tasado en unos 20-30 millones, debido a un impuesto creado por la Federación China de Fútbol.

El impuesto a los traspasos

El organismo que rige el fútbol chino aprobó en 2017 un impuesto del 100% a los fichajes de futbolistas extranjeros para evitar que los clubes «inflen los precios» y «buscar éxitos a corto plazo». De modo que los clubes tienen que abonar impuestos por la misma cuantía que lo pagado por el jugador en cuestión.

La Federación está muy pendiente de que ningún club se salte la norma y ha amenazado con sanciones a quienes lo hagan, éstas pueden ir desde pérdida de puntos o a impedir que un jugador implicado sea inscrito hasta que se resuelva su situación. Un panorama que puede condicionar la llegada de Gareth Bale a China en el próximo mercado de invierno ahora que vuelve a sonar esa vía para el galés.

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