Blindados al Camp Nou. Así se puede resumir cómo será el camino que llevarán a cabo Real Madrid y Barcelona desde el hotel Sofía hasta el coliseo azulgrana, escenario donde se deberá disputar el Clásico más politizado de la historia. Ambos equipos pondrán rumbo al estadio sobre las 18.15 horas y una vez se monten en el autobús realizarán la distancia que les separa del estadio bajo unas estrictas medidas de seguridad.
Los Mossos d’Esquadra y la Policía Nacional, ayudados por la Guardia Civil, además de la seguridad privada de ambos clubes, formarán un pasillo lleno de vallas y furgonetas policiales donde se tomarán todas las medidas necesarias para evitar que ningún radical pueda entrometerse en el camino de los equipos al estadio con el objetivo de boicotear el Clásico. Cualquier precaución es poca para prevenir que el autobús del Real Madrid sea interceptado en cualquier momento. Sólo en lo que respecta a la comitiva blanca, del hotel saldrán dos vehículos: uno con los jugadores y el cuerpo técnico y otro con la directiva, empleados y diferentes personalidades.
La seguridad privada del Real Madrid mantiene la tranquilidad y están seguros de que las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado y la policía autonómica tendrán la situación controlada fuera del estadio, por lo que el equipo no debería tener grandes problemas para llegar al Camp Nou a la hora prevista y comenzar a preparar el partido con total normalidad.
El Real Madrid también está tranquilo por el trayecto que tendrán que llevar a cabo desde el aeropuerto del Prat hasta el hotel Sofía. El plan es muy parecido al que se llevó a cabo con la visita del Rey Felipe VI a Barcelona el pasado mes de noviembre, donde el jefe del estado fue escoltado a la perfección y las protestas independentistas quedaron en nada.
Los Mossos d’Esquadra han diseñado un dispositivo con 3.000 efectivos, incluyendo seguridad privada, para el Clásico del próximo miércoles. “Es un partido considerado de alto riesgo y al que se le cabe sumar otro riesgo más como es la concentración prevista por Tsunami alrededor del campo de futbol”, comentó el Miquel Buch, consejero de Interior de la Generalidad.