Zinedine Zidane cuenta con un gran artillero para este tramo final de la temporada. El técnico del Real Madrid consigue recuperar a una de las únicas cuentas pendientes que le quedaban este curso, en lo que a la gestión del vestuario se refiere, con Luka Jovic. El delantero serbio se enchufa también al equipo gracias a un golazo ante Osasuna, en los apenas cinco minutos de los que dispuso sobre el césped de El Sadar.
Ha costado, pero el balcánico por fin se ha reencontrado con el gol. La insistencia del entrenador blanco en el potencial del jugador por fin da sus frutos con un gol que fue intrascente para el resultado pero que carga de confianza al futbolista de cara al último tercio de la temporada, en el que será -como el resto del equipo- un jugador importante.
Se trata del segundo gol que marca Jovic con la camiseta del Real Madrid. Aún está muy lejos de los registros logrados el pasado curso con el Eintracht de Frankfurt -27 tantos entre Bundesliga y Europa League- y que le sirvieron para firmar en verano por el conjunto madridista, pero lo fundamental es que el serbio llevaba desde octubre sin ver puerta y que recupera el olfato goleador en el mejor momento.
Zidane le recupera para la causa
El conjunto blanco fichó a un killer en junio. Los blancos sabían del potencial de Jovic y, tras sumar un año en blanco en el que la falta de gol había sido evidente, se aseguraban tener pólvora arriba para cuando fuese necesario. Cierto es que durante este curso al jugador le ha costado adaptarse, mostrándose desconectado del juego del equipo en todo momento, pero cuando recibe un balón en el área la cosa cambia.
Tras varios goles anulados por fuera de juego y generar ocasiones claras aprovechando su poderío aéreo, Jovic por fin ve puerta. Lo hizo fusilando un balón puesto por Valverde tras una contra madridista. Un auténtico golazo que deja claro que el conjunto madridista no se equivocó al considerar a delantero uno de los grandes nueves de Europa ni que lo hiciera Zidane al seguir insistiendo en darle minutos para recuperarle.
