«Menudo bicho este Haaland». El comentario de un mandamás del Real Madrid resume bien a las claras el sentimiento unámine que existe entre cuerpo técnico, dirección de fútbol y cúpula del club blanco. Haaland es el elegido. El noruego volvió a firmar otra actuación sobresaliente en el retorno de la Bundesliga y ratificó que su elección en el casting del 9 está más que justificada.
«Hay muy pocos futbolistas en el mercado actual que te aseguren goles como Haaland. Este chico lo remata todo y desde que se fue Cristiano no hemos tenido un rematador así», dice uno de los hombres de confianza de Zidane, otro de los enamorados del delantero noruego. Valoran su juventud (19 añitos), su capacidad para atacar el espacio y su enorme trabajo defensivo. Si a esas virtudes le unes que se le caen los goles parece un fichaje de riesgo cero.
En la cúpula del Real Madrid, sin embargo, son conscientes de que este verano cerrar cualquier fichaje «puede ser un parto». Las dificultades económicas en el mercado post-coronavirus van a congelar (o a aplazar, mejor dicho) los súperfichajes y todos los clubes estarán esperando a ver quién hace el primer movimiento, que seguro provocará un efecto dominó en el fútbol europeo.
La ventaja del Real Madrid es que dispone de un excedente de tesorería superior a los 100 millones, aunque el club blanco espera que su gasto neto en este verano no exceda esa cifra de 100 kilos, por lo que es necesario traspasar a futbolistas como James, Bale o Mariano antes de pensar en acometer la operación Haaland.
El Borussia Dortmund, mientras tanto, se frota las manos con su delantero. Sabe que tarde o temprano tendrá que vender a Haaland pero confía en retenerlo este verano. El precio que le han fijado, a día de hoy, resulta prohibitivo. No hay ningún club en el mundo que pueda pagar ahora 150 millones por un futbolista, aunque el Real Madrid tiene la baza de ofrecer jugadores para rebajar el precio.