La Fiscalía de Valencia ha pedido que se archive la segunda causa abierta por los insultos racistas que sufrió Vinicius durante el Valencia-Real Madrid celebrado el pasado mes de mayo. Concretamente, esta causa hace referencia hace referencia a los gritos repetidos de «¡Vinicius es un mono!» que se pudieron escuchar claramente en los aledaños de Mestalla coincidiendo con la llegada del autobús del Real Madrid al estadio.
El motivo que esgrime la Fiscalía para solicitar este archivo es la imposibilidad de identificar a los aficionados que profirieron dichos insultos racistas antes del mencionado encuentro de Liga. Como se apreció en varios vídeos difundidos en las redes sociales, centenares de aficionados congregados en las inmediaciones del estadio profirieron cánticos racistas contra el brasileño a su llegada, algo que se repitió en el transcurso del encuentro y de lo que se quejó Carlo Ancelotti al término del partido.
No hay dudas: la afición del Valencia llamó «mono» a Vinicius
Posteriormente, durante el encuentro de Liga que disputaron el pasado 21 de mayo el Valencia y el Real Madrid en Mestalla, Vinicius denunció haber sufrido insultos racistas por parte de unos aficionados que se encontraban tras la portería y este hecho detuvo el encuentro durante varios minutos. Los hechos fueron denunciados inicialmente por la Liga, como un posible delito de odio.
El mismo jugador señaló desde el césped a uno de los aficionados, y los otros dos fueron identificados por la Policía Nacional a través de las grabaciones de las cámaras de seguridad que el Valencia C.F. puso a su disposición. Estos tres aficionados -de entre 18 y 23 años- ya declararon ante la jueza y admitieron la realización de gestos desde la grada, pero negaron cualquier motivación racista en su comportamiento.
El racismo contra Vinicius
Estos gritos racistas a Vinicius en Mestalla sirvieron como revolución en el mundo del fútbol contra el racismo. El Real Madrid fue el primero en salir en defensa de su futbolista con un comunicado oficial y todas las instituciones, deportivas y gubernamentales, se volcaron con el jugador con el objetivo de eliminar una lacra que salpica al fútbol. La tarde de Vinicius en Mestalla parece que, de momento, ha servido para que el jugador del Real Madrid no vuelva a vivir episodios racistas en los campos del fútbol español, al menos de momento.
Durante su declaración en sede judicial de hace dos meses, Vinicius quiso dejar muy claro en los juzgados que los gritos de «mono, mono» fueron generalizados en Mestalla. También señaló que sólo ha recibido insultos racistas en dicho estadio (pese a que ya tuvo que declarar por una causa similar por insultos en Son Moix durante un Mallorca-Real Madrid) y que quería implicarse en la lucha contra el racismo en el fútbol. Sin embargo, los gritos racistas que recibió en los exteriores de Mestalla, cuando todavía estaba subido al autobús junto con sus compañeros, podrían quedar sin castigo a petición de la Fiscalía de Valencia.
