Endrick volvió a ser decisivo para el Real Madrid en la eliminatoria contra la Real Sociedad. El autor del único gol de la ida de semifinales de la Copa del Rey en el Reale Arena (0-1) anotó de nuevo en el Santiago Bernabéu en la vuelta para volver a poner el marcador a favor de los suyos en el global tras el tanto de Ander Barrenetxea.
Su espectacular vaselina para batir a Álex Remiro a la media hora de juego dio aire a un equipo blanco que venía de encajar un mazazo tremendo a los 16 minutos, momento en el que se igualó la contienda. Endrick ya lleva cinco goles en la Copa con el doblete que le endosó al Celta de Vigo en octavos y el tanto frente al Leganés en cuartos, que se suman a las dos dianas de esta eliminatoria.
De esta forma, es el máximo goleador del torneo junto a Julián Álvarez, que disputará este miércoles la otra semifinal con el Atlético en el Metropolitano contra el Barcelona, por lo que los dos grandes artífices de la Copa podrían citarse en el estadio La Cartuja de Sevilla el próximo 26 de abril, día en el que se celebrará la gran final de esta edición copera.
La salida de Endrick amarga al Real Madrid
Apenas pasaron seis minutos del cambio de Endrick por Kylian Mbappé cuando David Alaba se marcó en propia puerta lo que fue el segundo gol de la Real Sociedad, con la que los de Imanol Alguacil forzaban la prórroga. Cierto es que el brasileño juega de delantero, pero la reacción donostiarra fue instantánea, hasta tal punto de volver a igualar la eliminatoria.
Pena máxima para el austriaco, que tuvo también influencia en el tercer gol de la Real Sociedad, que aunque se lo dieron a Mikel Oyarzabal, tocó en Alaba para colarse en la red. Jude Bellingham devolvió a la vida al Real Madrid con su gol en el 81′ tras un jugadón de Vinicius Junior hacia la línea de fondo. El brasileño la puso con la izquierda perfecta para que el centrocampista colocase la pierna en el lugar adecuado para marcar.
Y para culminar la épica, Aurélien Tchouaméni remató de cabeza en el minuto 85 un córner botado por Rodrygo Goes para meter al Real Madrid en la final de Copa cuando menos se esperaba. Los blancos no sólo empataron la semifinal, sino que le dieron la vuelta al marcador, pero Mikel Oyarzabal congeló de nuevo al Bernabéu con su gol de cabeza al borde del término del choque para mandarlo a la prórroga.
