Xavi Hernández necesita hacer varios ajustes en su equipo de cara al Clásico que se jugará en Dallas este sábado. El técnico del Barcelona ha comenzado la pretemporada quejándose de la intensidad de los rivales, tras caer en su estreno en Estados Unidos frente al Arsenal, encajando cinco goles. Una intensidad que, precisamente, les faltó a los suyos y no sólo en el duelo disputado en Los Ángeles. El pasado curso, en el encuentro en el que el Real Madrid se impuso por 0-4 en semifinales de Copa sucedió algo similar, agravado por una fragilidad defensiva a la que no acostumbró en toda la temporada. Y es esa solidez la que deberán recuperar si no quieren sufrir demasiado ante Vinicius, Rodrygo o Bellingham.
El equipo se llevó la Liga Santander firmando unos registros atrás más que notables. Lograron un total de 28 porterías a cero, encajando únicamente 20 goles en los 38 partidos del campeonato. El técnico encontró su fortaleza en las figuras de Ter Stegen, Koundé, Araujo, Christensen y Balde, que supieron sostener al equipo en la competición doméstica. Aunque hubo momentos puntuales en los que no estuvieron a la altura.
La defensa culé hizo aguas en los partidos importantes disputados en Champions y Europa League, así como en el Clásico de la Copa del Rey ante el Real Madrid. Obligados a remontar, los blancos le dieron la vuelta a las semifinales con un contundente 0-4, dejando al descubierto las costuras de un Barça que en los dos últimos cursos no ha sido para nada fiable.
Algo que volvió a suceder el pasado jueves ante el Arsenal. El equipo se llevó una manita por parte de los londinenses, demostrando de nuevo carencias en un punto en el que el pasado curso fallaron en muy pocas ocasiones. Entonces, Xavi prefirió no hablar de la desconexión de los suyos, sino de la alta intensidad de los jugadores de Mikel Arteta en un partido de pretemporada.
Sin embargo, de cara al Clásico ante el Real Madrid deberá tratar de recuperar su mejor cara atrás. No habrá excusas que valgan. Si hay por algo por lo que se caracterizan los encuentros entre los dos grandes de nuestro fútbol es por la ausencia de amistosos. El pasado curso, sin ir más lejos, se dieron cita en Las Vegas, en un partido en el que se impusieron los culés por 1-0 y en el que saltaron chispas entre varios de los jugadores de ambos equipos.
Frágiles en momentos clave
El Barcelona dio la sensación durante buena parte de la pasada campaña de ser un equipo prácticamente invencible. Lo hizo gracias a una solidez atrás consolidada por el buen rendimiento de Ter Stegen, al que se sumaba también buena parte de la zaga. Balde fue una de las grandes sorpresas, consolidándose como titular por delante de Alba; Christensen sorprendió por su gran nivel mostrado, lo que le llevó a ser indiscutible; Koundé se asentó en el lateral derecho, mientras que Araujo se confirmó como uno de los mejores del mundo en su puesto.
Sin embargo, en determinados momentos se llevaron serios repasos de los rivales. Momentos que, además, fueron claves en el devenir del curso. Uno de ellos fue el Real Madrid, que supo como desbaratar el entramado defensivo barcelonista en un momento clave del curso, como fue la vuelta de las semifinales. Los blancos llegan después de dos victorias en sus dos primeros encuentros del verano, mientras que los culés no han dejado buenas sensaciones.