El Barça acusa el virus antes del Clásico

Vestido de blanco 44 años después, el Barcelona debutó en pretemporada con derrota frente al Arsenal de Mikel Arteta (5-3) en el SoFi Stadium de Los Angeles. Los azulgrana aprovecharon su estreno para desempolvar su nueva y rompedora camiseta blanca, anunciada recientemente, pero no les fue muy bien. La intensidad de un conjunto londinense mucho más rodado pilló desprevenidos a los de Xavi, todavía bajo los efectos del virus.

El partido arrancaba con buen pie para los azulgrana. Lewandowski adelantaba al cuadro catalán a los siete minutos de juego pero la alegría duró muy poco ya que en el 13 empataba Saka para los gunners. Raphinha volvería a adelantar al Barça a poco del descanso, pero Havertz volvería a igualar el marcador un par de minutos antes de enfilar el camino hacia los vestuarios.

Lo cierto es que ese resultado no reflejaba lo que se estaba viendo sobre el terreno de juego. El Arsenal estaba siendo superior, el Barcelona no paraba de achicar agua en una primera mitad donde Xavi hizo debutar a los fichajes. Gündogan y Oriol Romeu disfrutaron de sus primeros minutos de azulgrana, aunque su incidencia en el juego fue bastante escasa. Lo mejor al descanso era el resultado (2-2).

En la segunda mitad Xavi renovó el equipo por completo y el subcampeón de la Premier League le pasó por encima. Los ingleses le metieron una marcha más al encuentro y llegaban como querían al área del Barça. Dos goles de Trossard daban ventaja a un Arsenal que no levantó el pie del acelerador en ningún momento. Los de Arteta se hicieron con el dominio del partido frente a un conjunto azulgrana perdido, falto de ritmo y que no sabía cómo frenar las acometidas de los gunners.

Ferran redujo diferencias (4-3) e intentó maquillar el marcador en un estreno bastante flojo, especialmente en defensa, de los españoles. Pero Fabio Vieira, un minuto después, hizo el definitivo 5-3 en uno de los 20 disparos del cuadro londinense hacia la meta azulgrana. Dembélé y Balde estrellaron un par de balones en el poste que pudieron cambiar el devenir del encuentro. La realidad es que a día de hoy el Barça está muy lejos de los rivales de Champions. Xavi tiene trabajo que hacer si quiere que la cosa mejore para el Clásico del sábado frente a un Real Madrid que viene lanzado con dos victorias consecutivas.