La Policía Nacional ha detenido a cinco aficionados de Barcelona y Real Madrid en las horas previas a la final de la Copa del Rey por altercados en las calles de Sevilla. Tres hinchas del equipo catalán y otros dos del conjunto madrileño fueron detenidos por diversos incidentes en la capital de Andalucía antes de la disputa de este Barcelona – Real Madrid, final de Copa del Rey.
Las detenciones se han producido después de varias agresiones y peleas entre aficionados del Real Madrid y el Barcelona en las calles de Sevilla. Un hincha del Real Madrid, que tuvo que ser trasladado al Hospital, fue agredido en la plaza de la Campana, deteniendo la Policía Nacional al agresor, seguidor del Barcelona. El aficionado madridista sufrió lesiones de gravedad en su nariz.
Por ahora son cinco los hinchas detenidos en las horas previas a la final de Copa del Rey que juegan Barcelona y Real Madrid este sábado en Sevilla. Según los primeros datos, y a falta de confirmación oficial por parte de la Policía Nacional, tres de los hinchas detenidos en la previa de esta final de Copa del Rey son seguidores del club culé, mientras que los otros dos son madridistas.
Sevilla organizó un importante dispositivo policial para garantizar la seguridad en la ciudad. Más de dos mil personas, de ellos 1.400 de Policía Nacional y 230 de la Policía Local, están velando por la seguridad en una ciudad a la que han llegado en torno a 100.000 aficionados, muchos de ellos sin entrada. Cae recordar que en La Cartuja caben 70.000 espectadores.
Actuaciones policiales en el centro de Barcelona
Por su parte, la Policía Nacional intervino a primeras horas de la tarde en el centro de Sevilla, junto al Ayuntamiento de la ciudad, para dispersar una gran concentración de aficionados del Barcelona en medio de un ambiente de tensión.
Esta actuación de agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) se ha desarrollado sobre las 16:30 horas junto al Edificio Laredo, en una pequeña calle peatonal que une el consistorio sevillano con la plaza de San Francisco, donde se habían agolpado numerosos aficionados azulgranas que, con cánticos insultantes al rival, lanzaban cohetes y alguna bengala.
