El Clásico de Liga: Real Madrid-Barcelona

Carreras ya es la pesadilla sin frenos de Lamine Yamal

El lateral fue un infierno para el jugador del Barcelona

Secó los pocos intentos de Lamine

El vestuario del Real Madrid fue un clamor: «¡Gracias, Lamine!»

Álvaro Carreras se ha convertido en la nueva pesadilla de Lamine Yamal. En su etapa en el Benfica ya le secó para mostrarse a Europa y el Real Madrid le repescó para partidos como el Clásico que firmó en el Santiago Bernabéu. No era fácil teniendo en cuenta que era la primera vez que vivía algo así con la camiseta blanca, pero ni la presión ni teniendo al frente a uno de los futbolistas más desequilibrantes del mundo impidió marcarse una actuación que rozó la perfección.

No tenía un papel sencillo. Tenía que frenar al jugador que venía de calentar el duelo después de insinuar que su club «robaba y se quejaba de todo», y la motivación era extra para que el lateral no dejase opción de que sus palabras se avalasen con su juego. Cuando intentaba hacer bicicletas, ahí estaba su pie para cerrarle el espacio; cuando le metían un balón al espacio, la velocidad punta de Carreras le pasaba por encima; incluso le sobraba tiempo para anticiparse a los contragolpes cuando sus compañeros adelantaban la línea de presión. Una ‘masterclass’ de un lateral capaz de tener la polivalencia que exigen esta clase de encuentros: «Esto es el Real Madrid y el Bernabéu», escribió en sus redes sociales junto a un corazón blanco.

En total completó el 85% de los pases (23/27) y un 83% en el último tercio del campo (10/12), realizando intercepciones y despejes de mucho mérito cuando el Barcelona buscaba hacer daño por la banda derecha. Números que catapultan como uno de los titulares intocables en el esquema de Xabi Alonso. A pesar de que el tolosarra ha probado con varios dibujos, Carreras se ha adaptado a todo lo que le ha pedido: jugar de lateral, doblarse con Fran García, carrilero, tercer central…Eso le ha hecho ser el cuarto futbolista con más minutos de la plantilla, solo por detrás de Tchouaméni, Mbappé y Courtois.

Lamine Yamal acabó desquiciado al terminar el partido, y gran parte se debe a después de perder el juego mental y futbolístico con Álvaro Carreras. El Real Madrid pagó 50 millones de euros al Benfica el pasado verano, y ya sabe que pagaron poco por un perfil que está llamado a hacer una época en Chamartín.

 

 

 

Lo último en FC Barcelona

Últimas noticias