El comienzo de temporada del Real Madrid ha deparado una cantidad de sorpresas, en mayor o menor grado de complejidad, para un equipo al que la llegada de Carlo Ancelotti ha otorgado unas nuevas responsabilidades. El Madrid juega, divierte y gana y Marco Asensio ha sido el último en apuntarse a la lista de fichajes del técnico italiano con una actuación descomunal ante el Mallorca.
Asensio contó con su primera oportunidad de la temporada como titular y no defraudó. No lo tenía fácil el balear, con las críticas hacia su aportación en un punto álgido y con la connotación extra de medirse a su ex equipo, pero la decisión de Ancelotti de cambiar el sistema y otorgarle la mediapunta en un 4-2-3-1 abrió el cielo para Marco. Un hat-trick, el primero de su carrera como madridista, sería el resultado de una noche mágica que cambia, quién sabe si para siempre, el rol del ’11’ en el Real Madrid.
Porque si algo se le pedía a Asensio era implicación, en el juego, e intensidad y determinación en sus acciones. Desde el primer minuto de encuentro, ya antes del gol inaugural de su cuenta, el atacante demostró que no era un día cualquiera. Activo en todos los frentes, también en defensa, y dispuesto a contactar con el balón para hacer lo que mejor sabe: crear una ocasión de gol. El primer tanto llegó de rebote, tras una acción de Vinicius y Rodrygo en la que Asensio estuvo más atento que nadie. Llegando y no estando anotaba el 2-0, un gol aparentemente sencillo que abría la veda en su mejor encuentro como madridista en cuanto a cifras.
El Real Madrid funcionaba como una maquinaria casi perfecta en ataque, desde la salida de balón hasta los últimos metros y Asensio, no contento con su gol, quería más y comenzó a buscar aliados. Tardó poco en encontrarlos. Una combinación con Benzema dejó el primer toque verdaderamente diferencial del balear en el encuentro, ese aura de elegido que siempre le ha acompañado pero que en los últimos años ha mostrado a cuentagotas. Un control con la espuela le dejaba colocado delante de Manolo Reina, al que batiría con una definición magnífica y nada sencilla al palo largo. El doblete ya era una realidad.
El Asensio más determinante
El Madrid ganaba de forma cómoda y Asensio continuaba moviéndose por la mediapunta como Pedro por su casa. Participando en la elaboración pero, sobre todo, con mirada asesina para seguir ponderando en el marcador. Así llegaría la guinda a su partido, con la acción que verdaderamente puede elevarle al próximo nivel. Una cesión atrás de Benzema colocaba a Marco en el pico del área, aunque con la defensa del Mallorca bien plantada. El balear, todo confianza en ese momento, se fue abriendo hacia la izquierda hasta encontrar un hueco y desde ahí enganchar un disparo que volvía a besar las redes y le aseguraba llevarse el balón a casa.
Minutos después, Ancelotti premiaba a su nuevo fichaje y le sustituía para que el público del Bernabéu le ovacionara como en sus primeros partidos como madridista. El entrenador italiano ha activado su estrategia y cumplido con el nuevo rol que le tenía preparado a uno de los jugadores de mayor calidad de su plantilla. Y Marco responde poniendo en pie al aficionado madridista. «He demostrado que se puede contar conmigo», afirmó al término de su exhibición Asensio, el gran protagonista de la actualidad merengue. Y esta vez para bien.