Luis Enrique, actual entrenador del París Saint-Germain, ha vuelto a ser protagonista por sus declaraciones sobre su pasado en los dos grandes del fútbol español. El entrenador asturiano, conocido por su franqueza y sentido del humor, abordó con ironía la posibilidad de convertirse en la primera persona que ha jugado y dirigido tanto al Barcelona como al Real Madrid. «Creo que no hay nadie en la historia que haya sido jugador y entrenador de Barça y Madrid… puedo batir un récord. No lo voy a hacer», comentaba entre risas el técnico.
Luis Enrique jugó para el Real Madrid entre 1991 y 1996, donde destacó como un centrocampista versátil y con llegada al gol. Tras finalizar su contrato con los merengues, fichó por el Barcelona, donde se convirtió en una figura importante del equipo. Su trayectoria en el club catalán fue repleta de éxitos, tanto como jugador como entrenador.
No obstante, bajo la ironía, Luis Enrique dejó la puerta abierta a su ex equipo. «Estaría bien», añadió, para inmediatamente matizar con un «es broma, es broma» que tranquilizó a los presentes. Antes de fichar por el PSG, el ex seleccionador sonó para el Atlético de Madrid e incluso como posible sustituto de Xavi en el Barcelona. Finalmente, es el Paris Saint-Germain quien se llevó sus servicios en el verano de 2023.
Prosiguiendo con las preguntas relacionadas con la Casa Blanca, el asturiano rememoró uno de los episodios más controvertidos de la historia del fútbol español: el ‘caso Figo’. El traspaso del astro portugués del Barcelona al Real Madrid en el año 2000 marcó un antes y un después en la rivalidad entre ambos clubes. Luis Enrique, quien vivió aquella situación desde dentro como jugador del Barça, ofreció una perspectiva única sobre aquel momento histórico.
El recuerdo del caso Figo
En su entrevista con 3Cat, Luis Enrique confesó todo sobre aquel fichaje. La transferencia de Figo, orquestada tras la llegada de Florentino Pérez a la presidencia del Real Madrid, provocó una herida profunda en la afición culé que alcanzó su punto álgido durante el primer regreso del portugués al coliseo azulgrana vistiendo la elástica blanca. «El partido que más ambiente viví en el Camp Nou fue el día que volvió Figo. Luis era un hermano para nosotros. Era nuestro mejor jugador y se marchó al Madrid», recordaba el ex seleccionador, describiendo la transformación del estadio en «una olla a presión» desde mucho antes del inicio del encuentro.
El ambiente era tan electrizante que Luis Enrique rememora una conversación con Pep Guardiola: «Me acuerdo de comentar con Pep que era imposible que perdiésemos. Había una energía que daba hasta miedo». En aquel partido, un joven Carles Puyol fue el encargado de marcar a Figo, una tarea especialmente complicada dado el ambiente hostil que se vivió en el estadio, con numerosos insultos y lanzamiento de objetos hacia el ex barcelonista.
Durante el partido, las gradas azulgranas se vistieron de billetes con el mensaje de «pesetero» y un aficionado llegó a tirarle una cabeza de cerdo al portugués. A pesar de la presión «que yo no hubiera imaginado que habría», Luis Enrique reconoce que «Figo fue el mejor del Madrid», aunque finalmente el Barcelona se llevó la victoria en un partido que, según sus palabras, «era imposible no ganarlo».