El Real Madrid ya tiene activado el ‘modo final’. Da igual que todavía no haya comenzado el mes de diciembre, lo que se vivirá en el estadio Santiago Bernabéu el próximo martes entre el conjunto madridista y el PSG es un partidazo en mayúsculas que se podría repetir el 30 de mayo de 2020 en Estambul. Sin duda, españoles y franceses son dos de los mejores equipos del continente y en la capital de España se verán las caras en un encuentro muy importante para la tranquilidad de los de Zidane.
El Real Madrid comenzó con dudas la fase de grupos de la Champions. Tras perder de forma clara en París en la primera jornada, el empate cosechado frente al Brujas en el Santiago Bernabéu en la segunda fecha de la competición más importante a nivel de clubes ha complicado el pase a octavos del rey del continente. El equipo madridista necesita dos puntos más para sellar su pase en la siguiente ronda y no caer por primera vez en su historia en la fase de grupos teniendo que jugar una Europa League de la que no se quiere ni hablar por Chamartín.
A priori, no parece algo especialmente complejo, pero si el 13 veces campeón de Europa no es capaz de conseguir la victoria o, como mínimo, un empate ante el PSG de Mbappé, Neymar y compañía y el Brujas logra ganar en Estambul a un Galatasaray en horas bajas, los blancos se tendrán que jugar su presencia en la siguiente fase en Bélgica. Un panorama en el que no se quieren ver los hombres de Zindane.
Una caldera
Por ello, el duelo ante el PSG es mucho más importante que un simple partido de fase de grupos. Tras ganar a la Real Sociedad en un partido que se complicó muy pronto y que el Madrid consiguió dar la vuelta con un gran fútbol, Zidane aseguró en rueda de prensa que ante los galos “queremos es hacer un gran partido”. Los blancos llegan a este encuentro en el mejor momento del curso tanto a nivel de juego como físico, pero también va a necesitar a un Santiago Bernabéu que se prepara para vivir su primera gran noche europea de la temporada.
Chamartín se transforma cuando la competición del balón de las estrellas llega y ante el PSG se vivirá el ambiente de las grandes noches. El estadio rozará el lleno, si no lo completa, y desde el principio la gente estará muy enchufada para tratar de llevar en volandas a su equipo a la victoria. Eso sí, tanto Zidane como el vestuario espera que la afición aparte su malestar con Bale para que los pitos vividos ante la Real no se repitan y los jugadores junto a la afición puedan ser uno.