El Real Madrid mantiene limpio el nombre de su estadio. El Santiago Bernabéu se convertirá en los próximos meses, una vez finalicen las obras de remodelación, en el mejor recinto deportivo y multiusos del mundo. Por ese mismo motivo, el club podría encontrar una fuente de generar ingresos en el darle un apellido comercial que se sumaría a los cerca de 300 millones de euros que lograrán por la explotación de las nuevas instalaciones. Sin embargo, no entra en los planes del club ensuciar su identidad y mantendrá el nombre con el que lleva siendo conocido el estadio del barrio de Chamartín desde 1955, cuando pasó a llamarse igual que el histórico presidente de la entidad.
A lo largo de las últimas décadas y, sobre todo, en esta última, hemos visto como gran parte de los grandes estadios del mundo han cedido su nombre a marcas a cambio de un buen puñado de millones. En España, los pioneros fueron Osasuna y Mallorca, que renombrando El Sadar y Son Moix. Les siguieron equipos como el Espanyol tras la inauguración del RCDE Stadium, el Atlético de Madrid con el Metropolitano, el Villarreal con El Madrigal, Celta y Dépor con Balaídos y Riazor o, más recientemente, la Real Sociedad con Anoeta.
A cambio, una buena inyección de millones que han servido a los clubes para crecer a cambio de ceder parte de su identidad. El último en sucumbir a esta moda ha sido el FC Barcelona. El conjunto culé renombrará el Camp Nou en los próximos meses, aunque lo hará por un precio irrisorio –cinco millones por temporada– para lo que podría haber sacado por vender el nombre de uno de los estadios con más historia del fútbol y de los más conocidos mundialmente. El acuerdo que han cerrado con la marca sueca Spotify incluye, además de convertirse en patrocinador principal del club, darle un nuevo nombre al templo blaugrana.
El Real Madrid se queda así como el único de los tres grandes del país que no ha cedido su nombre a las marcas, pese a que en breve se inaugurará un Bernabéu bien distinto al que todos conocemos. De hecho, son pocos los grandes e históricos equipos de Europa que no han sucumbido ante la jugosa cifra de millones que supone apellidar su estadio.
En el resto del continente, no son pocos los casos de clubes grandes que no recurren a este método para obtener una financiación extra, teniendo a Alemania como el país en el que más clubes han vendido el nombre de su estadio. De hecho, la gran mayoría de los recintos deportivos que son propiedad de los clubes y no de instituciones públicas, han ido cambiando el nombre del mismo a cambio de una buena cantidad.
Más habitual en Europa
Es el caso del Bayern de Múnich, que una vez inaugurado su nuevo estadio, del que compartía por entonces propiedad con el Múnich 1860, acordaron con la aseguradora Allianz darle nombre al recinto que hoy todavía mantiene. En la misma Bundesliga, Borussia Dortmund, Colonia, Hoffenheim, Eintracht, Mainz, Bochum, Arminia Bielefeld, Augsburgo y Stuttgart, a los que se suman otros históricos como el Schalke, Hamburgo o Hanover, han cedido los derechos del nombre de su estadio a las marcas, sin incluir a aquellos equipos que son propiedad de multinacionales, como el Wolfsburgo o el Bayer Leverkusen.
En Italia, donde muchos clubes tienen instalaciones que son de titularidad pública, como es el caso de San Siro o el Olímpico de Roma, también existen casos a destacar. Sin ir más lejos, la Juventus, una vez que dejó Delle Alpi y se mudo a su nuevo estadio, ha tomado el mismo nombre comercial que el Bayern de Múnich en el suyo. Atalanta, Sassuolo o Udinese también le han dado el nombre de un patrocinador.
En Inglaterra, cuna de la tradición futbolística, son pocos los históricos que escapan a la moda de apellidar su estadio. Manchester United, Liverpool, Tottenham o Chelsea sobreviven a un renombre en el que sólo cuatro equipos de la actual Premier League han sucumbido. Se trata de Manchester City, Arsenal, Brighton y Leicester.
La práctica no es sólo habitual en el mundo del fútbol. De hecho, es en deportes como el baloncesto donde es más habitual ver este tipo de bailes de nombres para los pabellones. Sin ir más lejos, el Real Madrid de baloncesto juega sus partidos en un renombrado Palacio de los Deportes, aunque no es propiedad del club. Uno de los cambios más recientes es el del Staples Center de Los Ángeles, sede de los Lakers o los Clippers, y que ha cedido su nombre a una aplicación de criptomonedas.
El Real Madrid gozará de un espacio vanguardista en pleno centro de la ciudad, que acogerá eventos de todo tipo desde su inauguración. Más allá de ser el mejor estadio de fútbol del mundo, se convertirá en uno de los mejores –sino el mejor– espacios multiusos. Aún así, el club mantendrá una de sus grandes señas de identidad, preservando el nombre del histórico presidente en él, al contrario de lo que han hecho en los últimos tiempos sus grandes rivales a nivel nacional y continental.