El Bernabéu se prepara para vivir la final de la Champions mientras continúan los trabajos en el estadio. El club blanco acogerá este sábado a más de 50.000 espectadores en la semana previa al gran sprint de las obras veraniegas. Todo está listo para recibir a la afición y hay una serie de novedades que nadie ha visto.
Por eso, un día más, nuestro experto en el seguimiento de las obras de remodelación del Santiago Bernabéu, Eduardo Bañón del canal de Youtube Fanáticos Real Madrid, se acerca al estadio para contarnos de primera mano los cambios más significativos en el coliseo blanco.
Con la liga ya finalizada y la mente puesta en la final de la que podría ser la decimocuarta Copa de Europa en las vitrinas del Real Madrid el Santiago Bernabéu continúa con su puesta a punto, tanto al corto como medio plazo. Este lunes han comenzado las tareas de montaje de las pantallas que servirán para ver la final de la Champions en el Santiago Bernabéu. Al igual que en las pasadas finales el Santiago Bernabéu se vestirá de gala para que los socios y aficionados madridistas que no puedan asistir a París para animar al equipo puedan hacerlo en su estadio. Durante esta semana se terminarán de instalar las pantallas en el centro del terreno de juego.
Por otro lado, en el exterior del estadio, vemos bastante movimiento en la zona de la plaza de Sagrados Corazones con la llegada de nuevas piezas de hormigón prefabricado que van destinadas a seguir haciendo crecer el nuevo graderío de Padre Damián. Semanas atrás ya vimos como se comenzaron a colocar estas piezas sobre la nueva estructura del cuarto anfiteatro. Durante esta semana se espera la llegada de un gran número de piezas al estadio. Hay que completar lo antes posible la parte central de la estructura del nuevo edificio, cerrar la esquina sureste de la cubierta del estadio en la zona de la Torre A, completar la estructura de la viga museo en Castellana y continuar con la instalación de las guías verticales de la fachada en los Fondos Norte y Sur.
La final de la Champions y su retransmisión en el estadio provocará que el calendario de la obra se apriete, aún más, durante el verano pero bendito problema si el Real Madrid termina volviendo de París con la decimocuarta bajo el brazo.