Karim Benzema lleva jugando dos temporadas y media jugando con el dedo meñique de su mano derecha vendado y no muchos conocen toda la verdad detrás de ese problema que arrastra el jugador francés. El delantero se lo dañó en un partido contra el Betis quedándose una marca de por vida tras un choque con Marc Bartra.
El ariete permaneció dos meses de baja después de operarse la mano. Sin embargo, reapareció muy pronto y la curación de la fractura no se consolidó quedándose el dedo quebrado. Desde entonces, Benzema optó por una venda antes de cada partido para evitar que la cosa empeorase en algún choque.
Han pasado más de dos años desde aquel problema y Benzema no ha podido acudir al quirófano por falta de tiempo a reparar una fractura que sigue vigente. El jugador, ya casi por superstición, no tiene la menor intención de arreglar el dedo, puesto que jugar vendado le ha supuesto los mejores años de su carrera en cuanto a registros goleadores.
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— Equipe de France ⭐⭐ (@equipedefrance) June 23, 2021
A sus 33 años, Benzema no quiere permanecer dos meses en el dique seco y el Real Madrid tampoco se lo puede permitir. El jugador, desde que lleva la venda, es la estrella indiscutible del equipo blanco.
