Karim Benzema no está bien. Se puede seguir esperando una reacción del Balón de Oro, como hace Ancelotti y desea el madridismo. Pero la realidad es que el capitán no está bien. Su partido contra el Barcelona es un ejemplo más. El galo estuvo tremendamente alejado de su mejor nivel. Está mostrando una falta de frescura física alarmante que le afecta en el juego y en la toma de las decisiones. De repente, ya no es capaz de asociarse con sus compañeros con la facilidad de antaño o le cuesta una barbaridad encontrar el camino del gol.
La temporada de Benzema está siendo muy complicada. Al delantero le pasó factura el esfuerzo de la pasada campaña y la mala pretemporada que llevó a cabo por la poca falta de tiempo. También le afectó quedarse sin Mundial por la premura de Deschamps en que abandonase la concentración. Todo esto se está traduciendo en diferentes lesiones que no le dejan tener regularidad. No obstante, su intención sigue siendo la de seguir siendo el capitán del 14 veces campeón de Europa.
Esta situación también preocupa en la dirección deportiva madridista. Karim no está bien y a sus 35 años empiezan a dudar de su rendimiento físico. La calidad la tiene y la va a tener siempre, pero la realidad es que en estos momentos tiene que economizar demasiado sus esfuerzos. El daño esta temporada por una planificación que podría no haber sido la acertada ya está hecho, pero ahora los blancos deben mirar qué hacen de cara al futuro. A la próxima temporada.
Benzema acaba contrato el 30 de junio de 2023, aunque en el club creen que terminará renovando. Ser Balón de Oro le amplía un año más automáticamente su vinculación, pero todavía no la ha ejecutado. Hasta el día de hoy, en las oficinas de Valdebebas se sigue dando por seguro que seguirá, como mínimo, un año más. La situación es si acude o no al mercado en busca de un atacante.
En la planificación del Real Madrid para la próxima temporada no se contempla la llegada de un delantero. El deseado y por el que se van a hacer los grandes esfuerzos es por Bellingham. El resto de las líneas se mejorarán lo justo y para la delantera en el club no se ve una opción apetecible. Mbappé y Haaland, los dos deseados, no van a salir de PSG y City, respectivamente, este verano salvo sorpresa.
Por lo tanto, el Real Madrid está en una encrucijada con la delantera. En la entidad son conscientes de que el rendimiento de Benzema puede seguir descendiendo, pero al mismo tiempo no son capaces de encontrar un recambio de garantías que sea realmente apetecible.