Marco Asensio terminó mal la temporada 2018-2019. En sintonía con el Real Madrid, el balear no estuvo a la altura de lo que exige llevar la camiseta blanca. No es encontró en ningún momento. No dio el paso adelante que se le demandaba desde la entidad tras la marcha de Cristiano. La confianza en su potencial es ciega en el seno del club, pero la responsabilidad y la situación le pasó factura. Por primera vez, el chico que se ganó una ficha con un golazo en toda una final de la Supercopa de Europa ante el Sevilla, el que marcó en Anoeta en su primera participación en Liga vestido de blanco, algo que repitió en Champions y Copa, sin olvidarnos del tanto que hizo en Cardiff en la final ante la Juventus, no estaba a la altura de lo esperado.
La temporada acabó y Asensio decidió que este iba a ser su año. Para ello, tomó la complicada decisión de no acudir al Europeo Sub-21 con España. Por ello recibió muchas críticas, pero Marco, que no había participado en la fase de clasificación con los de Luis de la Fuente y era jugador de la absoluta de pleno derecho, quería tener un verano completo para prepararse. Y tanto que lo hizo. El balear aterrizó a principios de julio como un avión en Valdebebas. Su estado de forma era óptimo y Zidane ya imaginaba las diabluras que podría hacer junto a Benzema y Hazard en ataque. Pero entonces llegó el 24 de julio, sus ligamentos se rompieron y todo el trabajo se tiraba por la borda. Un amistoso ante el Arsenal en Maryland, una acción sin riesgo aparente, dejaba al mallorquín lesionado de gravedad y a Zizou con la obligación de replantear el frente ofensivo.
Asensio, tras el varapalo, se puso a trabajar. Arropado por su familia, su pareja y el club consiguió sanar su rodilla. La travesía por el desierto ha sido larga, pero ha valido la pena. 330 días después de aquella pesadilla volvía a sentirse futbolista cuando Zidane le mandó calentar, reclamó su presencia y le dijo que iba a entrar. Aunque esto no fue lo único que le comentó el entrenador francés, que también le pidió que marcase un gol. Dicho y hecho. 30 segundo tardó en recibir un pase de Mendy y de primeras, en la primera pelota que tocaba, se sacaba una volea que terminaba en el fondo de la red del Valencia. La estrella que siempre le ha acompañado lo volvía a hacer 11 meses después.
Asensio celebró el gol como el que se quita un peso de encima. Posiblemente en su cabeza se agolparon los nombres de Gilberto, Igor, Sandra, Horacio y una mirada al cielo dedicada a la que siempre le guía desde arriba. Sus compañeros le abrazaron como los que saben que ha trabajado y sufrido mucho durante todo este tiempo. Marcelo, desde la grada, se ponía en pie para festejar el tanto. Zidane sonreía. El madridismo estaba feliz. Marco de vuelta.
Un documental sobre su recuperación
Real Madrid Televisión emitirá el próximo sábado un documental que repasa los 11 meses de recuperación de Asensio. El día a día de un jugador que ha sufrido para volver, pero ahora que lo ha hecho quiere demostrar que está preparado para ser uno de los líderes del 13 veces Campeón de Europa.
