La Policía Nacional sí pudo actuar dos días después de los lamentables incidentes que rodearon al final de la Vuelta a España. Las protestas propalestinas que impidieron el desarrollo habitual de la carrera, algo que no volvió a suceder antes del inicio de la Champions. Los cuerpos de seguridad tuvieron mucho trabajo para contener a los 900 ultras desplazados del Olympique de Marsella con motivo de su partido en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid.
La segunda afición más peligrosa de Europa, según los rankings de la UEFA, fue escoltada por la Policía desde la Avenida de Brasil sin que ningún incidente se registrase gracias a la buena labor de los cuerpos de seguridad. Esta vez no hubo ninguna injerencia política y los cuerpos del orden pudieron contener a un grupo que ya impulsó el cierre del Vicente Calderón hace casi dos décadas.
De hecho, a su llegada al estadio las medidas se extremaron con unos ultras que fueron cacheados de arriba a abajo incluyendo los calcetines. Se buscaba interceptar cualquier tipo de arma blanca o artefacto ilegal. Los agentes estuvieron muy expeditivos en su labor cacheando uno a uno a los visitantes.
En total 4.300 personas animarán al Marsella en el Bernabéu en esta jornada inaugural de la Champions League y todo apunta a que no habrá incidentes gracias a la buena labor de los cuerpos del orden. En esta ocasión, la Policía sí tuvo luz verde para hacer su trabajo y el madridismo acudió a su estadio con seguridad.