«Para Álvaro, Raúl es su referente». Esta frase la pronunció Pilar, madre del delantero, a la salida del estadio de El Sadar, donde minutos antes su hijo había debutado en Liga con el Real Madrid como lo hacen los elegidos. Su carta de presentación no pudo ser más impresionante. Saltó al césped en el minuto 87 y le dio tiempo a dar dos asistencias, aunque sólo valió una, que permitieron a los blancos cerrar el duelo contra Osasuna.
La aparición estelar de Álvaro Rodríguez con el primer equipo del Real Madrid ilusiona al club y a una afición que lleva muchos años sin ver que un canterano que juegue en alguna de las posiciones del ataque se asiente con los mayores. El último que lo hizo para marcar una época fue Raúl, aunque tras el eterno ‘7’ madridista llegaron otros como Portillo, Soldado, Negredo, Morata o Mayoral. Eso sí, ninguno se convirtió en leyenda como sí hizo el actual entrenador del Castilla.
Para Álvaro, Raúl es su referente. Un espejo donde mirarse. Pocos como él explican tan bien lo que significa ser jugador del Real Madrid. El entrenador apostó por él la pasada temporada a pesar de ser juvenil para convertirse en el delantero del Castilla. Y ahora, el internacional uruguayo le está devolviendo con goles y grandes actuaciones toda la confianza que le ha dado. Brilla en el filial, brilló con Uruguay en el Sudamericano Sub-20 y ya empieza a hacerlo con el primer equipo. Para ‘El Toro’, como se le conoce por Valdebebas, el ‘7’ es un modelo a seguir que le forma. «Es duro, pero también le enseña», reconoce su madre.
Ahora, Ancelotti y Raúl, que mantienen una relación excelente, tienen una reunión pendiente para ver cómo gestionan las apariciones de Álvaro esta temporada con el primer equipo. La idea de ambos y del propio club es que siga teniendo minutos con regularidad, eso sí, ayudando al Real Madrid cuando sea necesario. El mejor ejemplo se ha vivido este fin de semana, donde jugó con los mayores, fue titular con el filial y entró en la lista para viajar a Liverpool.
«Con los pies en el suelo»
La frase de vida que acompaña a Álvaro y su entorno es «con los pies en el suelo y los sueños en el cielo». Esta filosofía es la que siempre intenta llevar a cabo un jugador que tiene a su lado a una familia y unos representantes que se esfuerzan para que todas las emociones que está viviendo no le aparten del objetivo final, que no es otro que ser feliz jugando al fútbol.
Este imponente delantero llegó a Valdebebas en 2020 procedente de las categorías inferiores del Girona. Nacido en Palamós, se ha criado en el fútbol catalán, aunque el Real Madrid estuvo rápido para hacerse con los servicios de un atacante que marca la diferencia por sus condiciones físicas, pero que también tiene calidad y una gran movilidad. De hecho, puede jugar de extremo izquierdo, de donde ha partido en varias ocasiones. Además, como persona es una bendición para cualquier vestuario. Pasional, por la sangre uruguaya que corre por sus venas, pero también sensible y, sobre todo, buen chico.