El Nápoles no se resigna a perder a Fabián Ruiz el próximo verano a pesar del interés de algunos de los grandes clubes de Europa en el centrocampista, y la predilección del propio jugador a abandonar el equipo italiano al término de la presente temporada. El club, que trata de recuperarse de una crisis interna que se llevó por delante a uno de los grandes valedores de Fabián, el técnico Carlo Ancelotti, ha diseñado una estrategia a la desesperada para convencer al internacional español de que la mejor decisión posible es continuar en San Paolo.
Con contrato hasta 2023, el Nápoles ha intentado en más de un ocasión y con nulo éxito renovar el vínculo de Fabián con un objetivo principal, que no es otro que el de colocarle al jugador una elevada cláusula de rescisión. Tal y como informó OKDIARIO, De Laurentiis no está dispuesto a facilitar la salida del centrocampista, poniendo un precio mínimo de 100 millones de euros como traspaso para los interesados.
Fabián se vería beneficiado en lo económico en el remoto caso de aceptar el contrato propuesto por el Nápoles, que en lo deportivo también trata de persuadir al jugador. Desde la dirección deportiva se le ha repetido hasta la saciedad la importancia que tiene en el proyecto, con la intención de que se convierta en el sucesor de Marek Hamsik como figura extranjera determinante para la historia del club.
Estas propuestas no han calado demasiado hondo en Fabián y su entorno, sabedores de la escasa estabilidad de la entidad presidida por De Laurentiis. Precisamente, lo excéntrico del carácter del italiano es uno de los motivos por los que una salida es una opción prácticamente segura para el internacional español. La llamada de grandes clubes, con el Real Madrid a la cabeza, deberían hacer el resto en el mercado de verano, donde Fabián, salvo sorpresa mayúscula, cambiará de aires.
