El Real Madrid arañó un punto de oro contra el Chelsea en su debut en la Liga de Campeones Femenina de la UEFA (2-2). El doblete de Olga Carmona y las manos salvadoras de Misa Rodríguez mantuvieron un valioso empate para las locales en el Alfredo Di Stefano justo antes del Clásico contra el Barcelona. Las inglesas se marcharon con sabor agridulce, ya que sólo Niamh Charles y Sam Kerr supieron batir a una inmensa guardameta blanca.
Las jugadoras de Alberto Toril volvían a la Champions para redimirse de esa dura eliminación en la fase de grupos de la última edición, pero enfrente tenía un grande de Europa como el equipo de Londres. La autora de, posiblemente, el gol más importante del fútbol femenino español, Olga Carmona, sólo tardó diez minutos en abrir la lata para el Madrid en su tercera aventura europea.
El Chelsea reaccionó y se hizo con el control de la pelota, por lo que obtuvieron el premio del gol, obra de Niamh Charles, gracias a un excelso último cuarto de hora de la primera parte que se cerró con el empate a uno en el minuto 41. Las londinenses mantuvieron esa marcha de más en el inicio de la segunda mitad y, cogiéndole la espalda a la defensa blanca, Sam Kerr obligó a Misa Rodríguez a lucirse con una gran parada, que ya había salvado a las suyas anteriormente.
El Real Madrid resistía y resistía las internadas del Chelsea y Toril metió eso que necesitaba a la hora de juego: pausa. La encargada era Maite Oroz, que entraba por Claudia Zornoza en busca de ese plus de caldidad más que necesario para intentar arañar un punto contra el equipo campeón de Inglaterra en los últimos cuatro años, que no es poco.
Real Madrid y Chelsea se desatan
Pero el Chelsea también quería agitar el avispero, y lo hacía con Lauren James, la hermana de Reece, que sustituía a Fran Kirby para pelear por los tres puntos. La fortaleza madridista resistió hasta el minuto 74, cuando Erin Kuthbert envió un caramelo a la cabeza de Kerr. La australiana superó en el salto a Kathellen Sousa y, ahora sí, consiguió batir el muro de Misa para adelantar a las británicas.
La reacción del Madrid fue increíblemente buena y a los tres minutos gozó de la mejor oportunidad posible para devolver la igualada. Athenea del Castillo hizo la guerra por su cuenta, llegó al borde del área y fue derribada por una defensa londinense. La árbitra señaló una pena máxima cargada de polémica, ya que la falta parecía fuera, pero Olga se iba a encargar de aprovechar el regalo.
La sevillana chutó fuerte y colocado a la izquierda de Ann-Katrin Berger y puso el 2-2 cuando aún restaba algo de tiempo para buscar la épica. El Real Madrid, con un punto que perder, se lanzó al ataque. Sin embargo, el Chelsea volvió al ataque y Misa salvó de nuevo a las de Toril en Valdebebas con una mano tremenda. Pero ese no fue el último milagro, pues el larguero evitó el tercero de las inglesas a poco tiempo de cumplirse los 90 minutos.
La entrenadora del Chelsea se desesperaba y con razón porque un gol sobre la bocina fue invalidado por fuera de juego posicional de Kerr. El Madrid se libraba de la derrota in extremis y coge toda la motivación del mundo para plantar cara al Barça en el Clásico de la Liga F del próximo domingo.