El Barcelona dio un nuevo golpe de realidad al Real Madrid en el Clásico femenino. Las culés volvieron a demostrar que la diferencia, hoy por hoy, sigue siendo muy amplia. A pesar de que las blancas llegaban tras un buen arranque de temporada, en Montjuic bajaron a la tierra de forma dolorosa, puesto que antes del descanso ya estaba sentenciado con los goles de Aitana, Hansen y Mariona, mientras que Claudia Pina y Vicky López pondrían la manita definitiva.
Entre Aitana, Hansen y Salma dieron una exhibición durante los primeros 45 minutos que sentenció a las blancas antes del descanso y que, de no ser por Misa, habría sido peor. La portera madridista fue la más destacada pese a la goleada. No comenzaron mal las de Toril, pero en cuanto el Barça apretó lo más mínimo, pasaron por encima con tremenda facilidad.
El Real Madrid buscaba romper una racha de 11 Clásicos seguidos perdidos. Desde que el club inauguró su sección femenina, no habían conseguido sacar nada positivo frente al todopoderoso Barça. Sin embargo, la distancia en los últimos años se ha reducido bastante, hasta el punto de que las madridistas llegaron a forzar la prórroga el pasado curso en la Supercopa, mientras que en el último cayeron por la mínima en el Johan Cruyff.
Ahora, el escenario era muy distinto. Como ya sucediera para el duelo que las midió hace dos temporadas en Champions, el partido se trasladaba al estadio del equipo masculino, al Olímpico de Montjuic, donde casi 39.000 espectadores acudían para ver el encuentro entre los dos mejores equipos de España. Un duelo en el que la Liga F estaba en juego, puesto que los tres puntos a favor de las culés supondrían dejarlas solas en la pelea por el título, con seis de ventaja.
Para el duelo, Alberto Toril optaba por un once más que ofensivo. El técnico repetía prácticamente el mismo que sacó ante el Chelsea en Champions, aunque con un cambio muy ofensivo. Quitaba a Zornoza del centro del campo para introducir a Hayley Raso. No podía ir más al ataque el entrenador madridista, con Misa; Oihane, Ivana, Kathellen, Olga; Teresa, Toletti; Raso, Caicedo, Athenea; y Bruun.
A pesar del gran ambiente en las gradas del estadio, no se arrugó el Real Madrid, que comenzó insistiendo sobre la portería de Cata Coll. Las blancas llegaban aunque sin excesiva claridad a los dominios azulgranas. Una claridad que sí tuvo Aitana para convertir la primera oportunidad de las locales, en el minuto 18. Recogió un balón en la frontal de Graham Hansen, no se lo pensó y se lo colocó a Misa lo más ajustado al palo que pudo para poner el primero tras una rápida transición cuando mejor estaban las madridistas.
Volvió a tener otra la Balón de Oro minutos después para hacer el segundo, pero estrelló la pelota en el poste, aunque estaba en fuera de juego. Más claro fue el mano a mano de Salma contra Misa, tras ganarle la espalda a Oihane y a toda la defensa madridista, pero la mandó fuera.
Por parte de las blancas, el principal peligro llegaba a través del binomio Linda-Athenea por la izquierda y también con largos centros de Teresa, aunque tras el primer gol las culés se hicieron con el dominio claro del encuentro. De hecho, Guijarro tuvo una clarísima tras una dejada de Mariona, pero la mandó a las piernas de Misa, mientras que dos minutos después fue Hansen quien la estrelló en la cruceta tras un gran recorte a Olga.
Perdonaba de nuevo la noruega tras no aprovechar un rechace de Salma, que volvía a fallar en el mano a mano. A portería vacía, mando su disparo por encima de la meta de un Real Madrid que se salvaba al borde del descanso y que tenía una necesidad pasmosa por encarar cuanto antes los vestuarios. Pero entre que llegaba el descanso, volvió a golpear Hansen y esta vez sí que lo hizo dentro. Salma la estrelló en el larguero y, en esta ocasión, el rebote lo mandaba a guardar la nórdica.
Sentencia antes del descanso
El gol mató definitivamente el Clásico entre el Barcelona y el Real Madrid. Las madridistas eran conscientes de que la remontada era prácticamente imposible en la segunda mitad y así lo reflejaban sus gestos tras encajar el tanto. Pero aún daría tiempo para la puntilla. Mariona Caldentey se encargó de sentenciar el encuentro con un auténtico golazo por la escuadra ante el que nada pudo hacer Misa. Un doloroso 3-0 en sólo 45 minutos que reflejaba a la perfección lo visto sobre el césped y la superioridad pasmosa de un Barça que sigue muy por encima del que hoy por hoy es su mayor rival en Liga.
Movió el banquillo Toril en busca de una reacción de las suyas o, al menos, evitar una goleada mayor con tres cambios de una tacada. Entraron Feller, Zornoza y Oroz, mientras que se quedaron en el vestuario Teresa, Raso y Bruun. Pero a punto estuvo de hacer el cuarto Salma, que volvió a encontrarse sola ante Misa y la portera sacó la pierna para despejar a córner.
Con el paso de los minutos bajó el ritmo del partido. Por primera vez en mucho tiempo, el Real Madrid dejaba de sufrir y respiraba con algo de alivio. Fue entonces cuando sufrieron un nuevo varapalo, esta vez en forma de lesión. Linda Caicedo chocaba con Cata Coll y tenía que abandonar el terreno de juego dolorida y cojeando.
Parecía que moría el Clásico cuando el Barcelona apretó de nuevo para certificar la goleada ante el Real Madrid. Claudia Pina convirtió de espuela un pase de la muerte de Aitana, mientras que en la última jugada del partido Vicky López puso el definitivo 5-0. Con el triunfo, las culés se escapan a seis de las madridistas, dejando la Liga F vista para sentencia cuando apenas se ha jugado un tercio del campeonato.
