No podía ser de otra forma. El Real Madrid cerró su participación en la fase regular de la Euroliga con una remontada memorable contra el Partizán a la altura de su historia (89-91). No fue mejor que su rival, pero supo resistir y doblar esfuerzos hasta una jugada final en la que Walter Tavares (14 puntos, y 6 rebotes) puso la épica con dos puntos de locura para darle la victoria a su equipo, que mantiene todas las opciones de meterse en el play off. Sólo quedan disponibles la quinta y la sexta plaza, por lo que los blancos esperan prorrogar la hazaña a este viernes.
Hasta 9 abajo llegó a estar el Real Madrid a 3:58 minutos del final, cuando un espectacular arreón de los blancos que finiquitó con esa canasta mágica de Tavares les devolvió muchas opciones de llegar a clasificar entre los seis primeros en la clasificación. El triunfo número 20 en la Euroliga y el sexto seguido se cocinó también gracias a un gran Facundo Campazzo (12 puntos y 7 asistencias para 23 de valoración) y un Dzanan Musa que conservó su mejor cara. Así, hicieron de menos a las bestiales actuaciones de Brandon Davies, Isaac Bonga y Carlik Jones (22, 20 y 16 de valoración)
En esta desordenada última jornada de la fase regular de la Euroliga, a la hora del inicio de su partido (20:·30 horas) el Real Madrid conocía los resultados provisionales que convertían ser séptimo y jugar play in en el escenario más posible en el caso de asaltar el Belgrado Arena. Esas cábalas se mantuvieron y ahora los blancos depende de que Barcelona o Anadolu Efes pierdan contra Virtus Bolonia o Zalgiris Kaunas respectivamente. Lo único descartado para los blancos a falta del viernes es ser cabeza de serie, pues Mónaco agarró la cuarta posición matemáticamente al imponerse al Asvel en Lyon. Aunque a decir verdad la mentalidad del equipo blanco le impedía pensar en otra cosa que no fuera ganar a un ya eliminado Partizán que le tenía muchas ganas.
No intimidó el ambiente más espectacular de Europa a los de Chus Mateo en los compases iniciales, aunque al cometer varias pérdidas pese a estar acertados en las dos zonas sucumbieron al juego de los serbios, que arrancaron por delante un partido igualadísimo (24-22). Mario Hezonja se mantuvo igual de gris que en Clásico y Tavares llevó la batuta en el primer cuarto, pero se cargó rápidamente con dos faltas que dieron entrada a un buen Ibaka.
El inicio de un partidazo entre Partizán y Real Madrid
El equipo blanco tuvo que recomponerse para no dejarse arrastrar por la corriente balcánica y Chus Mateo introdujo de lleno a la unidad B con Feliz en su mejor momento como abanderado. Un toma y daca del que tampoco se despegó un Partizán que obligó a remangarse al Real Madrid para irse con ventaja al descanso, pero sobre todo se fue a vestuarios con un susto tremendo que daba Campazzo cuando al salvar una posesión de manera épica se caía sobre un fotógrafo haciéndose daño en un dedo y la muñeca.
Tuvo que lucirse la rotación casi al completo para aguantar el ritmo anotador y defensivo que impusieron los serbios en la primera parte, que acabó con todas las espadas en el aire (46-48). Brilló por encima de todos Bonga con 12 puntos en dos parciales en un Partizán sin nada que perder y con una gran alegría que dar a toda su afición.
Cabalgó como un pura sangre el Partizán en el tercer cuarto a lomos de Davies y el Real Madrid se deshizo con un Hezonja inédito (1 de 9 en tiros al minuto 25) fallando tiros imperdonables. Seis triples necesitó el croata para encestar uno y devolver a los suyos al choque, ya que a la mínima desconexión el ciclón serbio apretó con dos parciales prácticamente letales, el primero de 17-8 y un segundo inesperado de 7-0 para el 71-61 en el 28′.
Al Real Madrid se le escapaba la victoria y las posibilidades de play off con un durísimo tercer parcial (28-17) que sacó a relucir el cansancio de los habituales, con un Hezonja totalmente fuera del partido. Se detuvo en pleno último cuarto por el constante lanzamiento de objetos y comida por parte de la grada y una revisión por posible falta de Sergio Llull que encendió al Belgrado Arena.
Brutal remontada
Los blancos estaban a ocho, con los mismos minutos por delante para lograr otra remontada memorable en Europa. Llull respondió a los abucheos con una mandarina descomunal y Pokusevski se la copió para minar la moral del Real Madrid en medio de un infierno. Davies le puso la puntilla con otro triplazo y condenó los errores de los visitantes en su arreón para darle 9 puntos de ventaja a Partizán cuando restaban cuatro minutos (85-76).
En una acción para rematar a los blancos, Davies hacía su quinta personal y daba un respiro a Chus Mateo, que pidió que se revisara la acción por posible falta antideportiva sobre Musa. No se la concedieron los árbitros, pero el Real Madrid logró una vida extra con una jugada rápida con triple de Llull y canasta de Campazzo para situarse a cuatro del Partizán (85-81). Todo eso en plena hostilidad y una actitud lamentable de múltiples aficionados que buscaron detener a los madridistas lanzando todo tipo de cosas.
Tavares remata a los serbios
Y Hezonja se tiró el triple que nadie, ni él, esperaba para poner cerrar un parcial loco de 0-8 y poner a tiro de un punto a su equipo, al que se echó a la espalda completamente. Obradovic perdía a su adalid Popusevski a la que el Facu fallaba el octavo tiro libre del Real Madrid. Acertó uno y estaba a dos el equipo blanco a 1:17 del final.
Jones falló la canasta que habría aniquilado al Real Madrid y Campazzo volvía al tiro libre para establecer el empate a 43 segundos (87-87). Llull hacía lo suyo a falta de 6, pero Carlik enmendaba su error para dejar 2 segundos de absoluto infarto en un final de partido de auténtica locura. Quedaba un último aliento y Chus Mateo acertó desde la pizarra aprovechándose de su principal jugador diferencial, un Tavares que no falló a la hora de la verdad.