El Real Madrid ya está a un paso de Berlín tras su contundente triunfo ante Baskonia por 101-90. Un inmenso Facundo Campazzo lideró a su equipo hacia la victoria en el segundo partido de la serie de los play off de la Euroliga y les dejó a otra más de sellar la clasificación de la final four. Sólo hará falta ganar uno de los dos encuentros que disputarán la siguiente semana en el Buesa Arena. El base argentino firmó una de sus mejores actuaciones de la temporada y fue el máximo anotador con 24 puntos. El mejor de los vascos fue Marinkovic con 22.
Fue más tardía y más trabajada, pero la victoria de los blancos en el segundo partido de la serie no tuvo ni una sóla pega. Superiores de principio a fin, fuertes en los momentos de igualdad y conocedores de su insultante calidad para agrandar la distancia en los momentos claves del partido. Así es este Real Madrid de Chus Mateo, líder de la Liga Endesa, líder de la fase regular de la Euroliga, y a un paso de su tercera final four consecutiva en esta competición.
El encuentro arrancaba con dos objetivos muy distintos. Por un lado, el Real Madrid quería dejar sentenciado el pase a la final four en el segundo envite de los play off y, por otro, Baskonia buscaba aferrarse a la vida en el mismo escenario en el que el pasado martes cayó derrotado en un partido que pudo acabar en paliza. Uno de los protagonistas de la noche fue Sergio Llull, que en los minutos previos a la revancha se llevó un espectacular homenaje por parte de todos sus compañeros y del presidente Florentino Pérez con un WiZink rendido a sus pies.
Pero el inicio no debió gustar mucho a los jugadores blancos, a los que seis puntos consecutivos de Baskonia y una revisión eterna de una jugada no les dejaron repetir el ritmo con el que empezaron en el primer duelo. Pero no fue la única, ya que cuando Tavares pudo empatar con un canastón los árbitros siguieron empeñados en eternizarse en el instant replay, que de instantánea tiene poco. Campazzo entonó a los suyos con su primer triple y el pívot caboverdiano devolvió la igualdad en el ecuador del primer cuarto.
Vendaval blanco
Una buena defensa y un triplazo de Hezonja desde su casa pusieron al Real Madrid por primera vez por delante ante Baskonia (14-11). El partido había nacido más ajustado que el anterior y es por eso que tuvo que ser Llull, quien si no, quien lograra que su equipo se marchara ganando del primer cuarto con la primera de sus mandarinas (23-21). La segunda no tardó mucho en llegar y entre eso, un jugadón orquestado entre el Chacho y Deck y un mate de Poirier los blancos se fueron ocho arriba, la diferencia más grande de la primera parte (37-27).
A los vascos no les quedó otra que apretar. Lo malo es que su buen momento coincidió con el mejor Campazzo, que anotó dos triplazos seguidos para que el Real Madrid se marchara ganando al descanso ante el Baskonia (46-40). El desespero de Dusko Ivanovic en la banda iba creciendo exponencialmente a medida que los errores de los suyos les condenaban en el inicio del tercer parcial, marcado principalmente por la implicación anotadora y en el juego de Yabusele.
Por su parte, Baskonia añadió una dosis de Howard a la gran actuación de Marinkovic para intentar rescatar una victoria que se iba esfumando a medida que transcurrían los minutos. Yabusele y Campazzo volvían a poner en pie al Palacio con sendas exhibiciones sobre el parqué. De uno a otro estaban repartiéndose la mayor parte de la anotación del tercer cuarto y después de ponerse 13 arriba, la distancia más larga, se marcharon al asalto final con 11 puntos de ventaja (74-63).
El triunfo parecía inevitable y la brecha seguía aumentando entre Real Madrid y Baskonia en un último cuarto de dominio claro de los locales. Los de Chus Mateo no daban ni un respiro a su rival. Llull volvía a ser protagonista llevándose la enésima ovación de la noche por parte de su afición al ser sustituido por Rudy Fernández, que clavó un triplazo para llevar el marcador a la centena.
El Real Madrid necesita una victoria más ante Baskonia
El ritmo cayó a plomo después de unos minutos en los que el conjunto blanco había sido inmensamente superior y el partido murió con una acción de lo más inusual con tres jugadores a ras de suelo luchando por la pelota. Se peleó por cada una en el Palacio, pero fue el Real Madrid quien se llevó el gato al agua en los dos duelos albergados en su cancha, por lo que sólo tendrá que hacerlo una vez más en la de su rival para ser uno de los cuatro mejores equipos de Europa otro año.