Clara victoria de los blancos (90-65)

El Real Madrid se desquita con una ‘paliza’ a Breogán

El Real Madrid logró volver a la senda de la victoria después de derrotar a Río Breogán en un encuentro claro (90-65) en favor de los blancos.

Real Madrid Breogán
Yabusele intenta anotar ante Lukovic (ACB Photo)

El Real Madrid regresa a la senda de la victoria en un tramo de temporada en el que las sombras no están dejando ver las luces, escasas, del cuadro de Pablo Laso. Los blancos hoy sí brillaron en un escenario propicio ante un mermado Río Breogán, que arribaba en el Palacio de los Deportes sin la presencia de su gran estrella, Dzanan Musa, y que no pudieron competir con un Madrid enfocado y que tuvo en Gaby Deck a su principal estilete ofensivo, para el claro 90-65 final.

El triunfo permite al Real Madrid afianzar una segunda posición que se había puesto en peligro debido a las dos últimas derrotas, en el Clásico ante el Barcelona y entre semana ante Bilbao Basket, dejando en este último choque una mala impresión que concuerda con la versión constante del equipo desde que comenzó el mes de febrero.

Por suerte para Laso y su cuerpo técnico, el Madrid saltó a la pista enchufado ante Breogán, consciente de que no se podía fallar y de que el favoritismo tenía que ser confirmado ante su público. Así las cosas, el primer cuarto quedó cerrado con un parcial de 26-13 que marcaría el encuentro, reforzado por otro de 27-16 en el segundo que proyectaba al Real más allá de los 100 puntos, pero sin descuidar una defensa notable en todo momento.

Deck era el principal estilete ofensivo, mientras Llull y Abalde se turnaban junto con Williams-Goss en una dirección no demasiado exigida y en la que el norteamericano, con 14 puntos y 4 asistencias, fue el que más destacó. Tavares, junto al argentino y Goss, fue el otro gran destacado del día en el tiempo que estuvo en cancha, dominando la zona en ambos aros.

La segunda parte traía un partido prácticamente visto para sentencia, pero en el que el Madrid debía evitar remontadas de ponerse colorados como la que se vivió ante el Bayern en el último compromiso de Euroliga en el Palacio. No sucedió y en el tercer cuarto, los merengues no aflojaron el pie del acelerador, algo que, aún con mesura, sí se hizo en un último cuarto de constantes rotaciones y del que se sustrae el resultado final del partido.

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