Por actuaciones como la de este viernes en el Uber Arena, el Chacho Rodríguez sigue demostrando que si se retira no va a ser por una cuestión de nivel. Sergio está para las batallas más importantes, como la presenciada en Berlín entre Real Madrid y Olympiacos, en la que los blancos se ganaron el derecho a pelear por su duodécimo título de Euroliga. El base canario volvió a ser clave en la rotación de Chus Mateo, que le mantuvo hasta el final y no dudó en recurrir a él en los momentos decisivos del partido.
Su participación se extendió hasta los 14:34 minutos y aparte de ser el veterano que más jugó, culminó una actuación a la altura de una leyenda en la cita más importante de la temporada con ocho puntos, tres rebotes y cuatro asistencias. La jugada de toda la vida con Vincent Poirier le salió dos veces y además el Chacho fue decisivo en ataque ante los griegos. El de Tenerife no tuvo reparo en sacar a relucir esa muñeca prodigiosa que busca su cuarta Copa de Europa.
La obra maestra del amplio repertorio que ofreció en el pabellón de la capital de Alemania la representa un pase largo con el balón por su espalda dirigido a Dzanan Musa para que el bosnio machacara a canasta. Cumplirá 38 años el próximo 12 de julio y la realidad indica que el adiós del Chacho está cerca, pero su brillantez en las canchas hace que esa despedida pueda ser todavía más dolorosa.
Esta semana veíamos en Toni Kroos el ejemplo perfecto del que sabe retirarse en su mejor momento. El centrocampista del Real Madrid colgará las botas tras la Eurocopa a sus 34 años después de completar uno de sus mejores años a nivel individual y colectivo. Cuatro años mayor, de producirse, la retirada del Chacho sería muy parecida a la del germano: deslumbrando en cada partido y sin hacer ruido.
El mejor Chacho en Berlín
El pase a Musa que mencionábamos, cuanto menos, estará entre los mejores momentos de esta Final Four. Pero el Chacho es más que eso. Es un jugador siempre alegre, que hace piña y que luciéndose él mismo se compenetra con sus compañeros y les hace disfrutar. Es un disfrute seguir viendo como a sus 38 años el canario vive una segunda juventud en el Real Madrid.
La comprobación es la demostración de ritmo, capacidad anotadora y pasadora y de clase que ofreció ante Olympiacos. Él solo acumuló prácticamente las mismas asistencias que los de El Pireo al descanso. Todo esto ante la atenta mirada del seleccionador español, Sergio Scariolo, que podría invitarle a un último baile en los Juegos Olímpicos de este verano en París.
Su entrenador, Chus Mateo, no pudo evitar alabarle al ser preguntado en rueda de prensa por el juego mostrado este viernes: «Es una maravilla ver al Chacho todavía con su cuerpecillo, cómo va sacando pases. Nunca ha sido un jugador con un físico extraordinario. Nos da clases en cada partido y es una gozada para mí y todos los compañeros. Estoy encantando con él, le hemos cuidado bien y se siente muy cómodo en este ambiente de Final Four».