La octava edición de los Clásicos 2021-2022 se abre en forma de múltiple enfrentamiento con un título en juego. Barcelona y Real Madrid, como ya sucediera la pasada temporada, se enfrentan en la Final de la Liga Endesa después de una campaña en la que se han medido en numerosas ocasiones, con resultados dispares y una emoción que se mantiene de cara al duelo final por el trono ACB en juego. El primer capítulo se celebra este lunes en el Palau, casa del líder, donde el Madrid quiere comenzar golpeando y sorprendiendo al vigente campeón.
Pese a que el Barcelona le tomó la medida a los blancos durante el grueso de la temporada, el último enfrentamiento directo entre ambos cayó del lado madridista, posiblemente en el escenario más importante de cuantos vieron a merengues y culés frente a frente. La semifinal de la Euroliga sirvió para romper la maldición que arrastraba el Madrid, con cinco derrotas consecutivas en un Clásico que se vieron subsanadas con el pase a la final de la máxima competición continental ante el máximo favorito al título, además de eterno rival.
El Madrid se hizo gigante en Belgrado, donde pese a perder el título de campeón europeo por un solo punto en la final, se confirmó la resurrección de un conjunto que pareció tocar fondo pero que llega al rush definitivo de la temporada con las pilas cargadas y la motivación por las nubes. Los imprevistos no han cesado, el último el infarto de miocardio sufrido por Pablo Laso, la gran ausencia de los madridistas en el partido pese a su celebrada recuperación tras un gran susto, pero el funcionamiento del equipo permite soñar con un título de Liga que empieza a jugarse de verdad este lunes en el Palau Blaugrana.
Las victorias del Real en lo que llevamos de Playoffs explican la velocidad de crucero a la que ha llegado el cuadro dirigido eventualmente por Chus Mateo. Cinco triunfos por ocho o más puntos, sin conceder al rival la oportunidad de dejarles por debajo de 80 puntos ni en una ocasión y dándose el capricho de rotar a sus principales activos para mantenerles frescos de cara a la decisiva final.
Asaltar al campeón
Todo ello, sin bases disponibles más allá del multiusos Hanga, que espera algo de aire por parte de Llull y/o Abalde en la final pero que se ha erigido en el ‘1’ titular del proyecto. El húngaro es el director que comanda una batería de aleros y pívots en la que Deck y Tavares ya son los líderes que se buscaban, ascendiendo al Madrid a un lugar de igual calado que el de un Barcelona que por momentos en el año fue clarísimo favorito al título ACB.
Los culés han sufrido más en su rodaje por las últimas semanas, con un golpe como el de la derrota en la Euroliga que ha afectado al grupo. Sin embargo, la calidad del plantel dirigido por Saras Jasikevicius no se pone en duda y suya, además de la condición de vigente campeón, es también la de principal favorito al título, aunque sólo sea por contar con el factor cancha a favor y el privilegio de estrenarse en casa y decidir en el mismo escenario en caso de un quinto partido.