Norris controla los nervios para batir a Verstappen en un inicio apoteósico de Mundial en Australia

• Kike Sáez @kike_s21
• Redactor de Fórmula 1 y de deportes en OKDIARIO.
• • 16/03/2025 07:06
  • Actualizado: 16/03/2025 09:50

Lando Norris demostró por qué es el gran favorito a ganar su primer Mundial de Fórmula 1 en 2025 y es que en una inauguración frenética de campeonato supo controlar los nervios a la hora de la verdad para dar el primer golpe y batir a Max Verstappen en un final de carrera memorable en el Gran Premio de Australia. En una última vuelta no apta para cardiacos, el de McLaren arañó la primera victoria de la temporada, relegando al holandés a un meritorio segundo puesto con ese Red Bull. El podio lo cerró George Russell.

Respiraba aliviado Norris en una celebración a medio gas, sabiendo que más que ganar había esquivado la repetición de una de esas muchas situaciones que protagonizó el pasado año. Verstappen no consiguió intimidarle del todo esta vez y la lógica de la F1 se impuso, con el mejor coche de todos saliendo ganador de la primera carrera en Melbourne. Un arranque apoteósico, pero nefasto para los jóvenes debutantes (de los cinco rookies sólo finalizó Kimi Andrea Antonelli, que además fue cuarto con una gran remontada desde la decimosexta plaza) y también para los pilotos españoles.

Carlos Sainz abandonaba en la primera vuelta y con bandera amarilla por un error de novato, mientras que Fernando Alonso pagó caro el riesgo por alcanzar cotas más altas con un accidente en el giro 34 que le sacaba de la prueba. La única buena noticia para ambos es que sus compañeros, Alex Albon en Williams y Lance Stroll en Aston Martin confirmaron que los monoplazas de los españoles corren al acabar quinto y sexto respectivamente.

Mal día también para Ferrari, que no acertó en ninguna de las múltiples ventanas de boxes que generó una lluvia que caía de forma intermitente con Charles Leclerc octavo y Lewis Hamilton décimo en su debut como tifosi. Un inicio decepcionante que también vivió Oscar Piastri, segundo durante más de la mitad de la carrera, pero castigado por un patinazo del que se benefició Verstappen. Se tuvo que conformar con ser noveno y sacar dos puntos. El Mundial de la igualdad arranca con siete escuderías distintas en el top 10, con Nico Hülkenberg como piloto del día en séptimo lugar.

Caos desde el inicio

El inicio de la carrera fue caótico y no precisamente por la lluvia. No fue el agua lo que aplazó 20 minutos de reloj la salida, sino un accidente del debutante Isack Hadjar en la primera vuelta de formación. Se bajaba llorando y consolado por Anthony Hamilton, padre de Lewis, el piloto francés de 20 años, consciente de que había perdido la gran oportunidad de estrenarse con un RB desde la undécima posición, a la que subía Alonso.

Pero el incidente de Hadjar tan sólo era el primero de otros dos que llegaron sin apenas completarse la primera vuelta de la carrera. Fue Jack Doohan, otro debutante, el que estrelló su Alpine en la controvertida curva 5, dejando esa parte del trazado llena de los restos de su monoplaza. Primera bandera amarilla que paralizaba todo y nuevo drama, con Sainz.

El español dejaba mudos a todos los valientes que se levantaron antes de las 5:00 para ver su esperado e ilusionante debut con Williams. La lluvia lo emborronó todo y perjudicó a un Sainz, cuyo error de novato durante los primeros segundos detrás del coche de seguridad le impidió realizar su primera carrera con la clásica escudería inglesa.

Tercer abandono, siete giros de los 17 supervivientes tras la estela del coche de seguridad y reinicio ya sin lluvia. Sin esforzarse todavía, Alonso ya había ganado dos posiciones. No hubo demasiada acción en la vuelta, pero sí una incertidumbre que se adueñaba de las escuderías, que dudaban si cambiar a los neumáticos de seco mientras la pista se despejaba de agua.

Pero un conato de diluvio en el ecuador las despejó todas ellas, así como Verstappen se autoborraba de la lucha por la victoria con un error impropio de él al pasarse de frenada y perder la segunda posición con Piastri. McLaren ya tenía su doblete y el ritmo del holandés caía en picado hacia una barrera temporal imposible de traspasar.

Por tanto, el escenario mutaba a una lucha entre el piloto que ve en este año su gran oportunidad de alzarse con su primer Mundial, Norris, y su compañero con una ambición más a corto plazo como ganar el GP de su país natal, Piastri. La emoción estaba servida y la encrucijada para McLaren era máxima, con el australiano entrando en posición de DRS con más de 20 giros por delante.

El accidente de Alonso lo cambia todo

Y cuando el morbo se apoderaba del circuito de Albert Park, un desafortunado accidente de Alonso, el cuarto de la jornada, cambiaba la escena y mandaba a 14 de los 16 supervivientes a boxes para poner gomas de seco. Su afán de arriesgar para lanzarse a por Pierre Gasly le eliminó de la prueba y su AMR25, que mostró buen ritmo en Australia, quedó completamente dañado.

Su abandono desembocó en bandera amarilla y siete vueltas más con el coche de seguridad poniendo orden en un parón que se acentuó por la lentitud de la organización en retirar de la pista su Aston Martin. Nueva oportunidad, por tanto, para Verstappen cuando parecía que lo tenía todo perdido y el holandés que tiene más vidas que un gato no dudó en aprovecharla.

El miedo que impone desde cualquier punto de cualquier trazado impactó directamente en Piastri. Un nuevo acercamiento de Verstappen tras el coche de seguridad acabó provocando un patinazo tremendo del australiano para ceder la segunda posición y caer hasta la cola de la carrera con serias complicaciones para sacar el McLaren de la hierba.

El incidente desembocaba en otro desfile hacia boxes porque la lluvia arreciaba de nuevo y todos estaban con ruedas de seco. Norris marcaba tendencia y Verstappen se quedaba hasta la vuelta 46, momento en el que entró derrapando a boxes. La lucha entre los dos últimos contendientes por el título estaba servida.

Norris gana la primera batalla a Verstappen

Para colmo, el nuevo compañero de Verstappen, Liam Lawson, ponía la guinda a un debut desastroso provocando otra bandera amarilla que dejaba seis vueltas de infarto al final. Un último asalto que arrancaba con las primeras hostilidades en Ferrari entre Leclerc y Hamilton, que se tocaron entre ambos, y con un esperado desplome del Red Bull de Max, que debía preocuparse ahora por no perder la segunda posición con Russell.

No lo hizo, sino que incluso le dio la vuelta a la tortilla lucrándose de un error garrafal de Norris para brindarnos una última vuelta de infarto a la que el inglés sobrevivió para hacerse con el triunfo.