Messi da un puñetazo a la Liga (1-0)

• Francisco Rabadán @pacorabadan
• Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.
• • 04/03/2018 18:14
  • Actualizado: 04/03/2018 18:22

El Barcelona dio un paso de gigante para dejar visto para sentencia el título de Liga. Un solitario tanto de Leo Messi decidió el duelo entre los dos gallos de la competición doméstica en un partido muy intenso, decantado por pequeños detalles y donde el ariete argentino volvió a girar la balanza hacia el lado culé con un golazo de falta marca de la casa.

El Atlético dominó la segunda mitad, teniendo ocasiones y hasta viendo cómo le anulaban un gol de Gameiro por fuera de juego de Diego Costa. Los de Simeone quizá pagaron nuevamente un planteamiento rácano en la primera mitad, a tenor de la opciones que tuvieron en los minutos finales y ya ven casi imposible el título.

El partido no presentó ninguna sorpresa respecto al guión preestablecido. El Atlético esperó junto y replegado a un Barça que se zafó cómodamente de su presión en campo ajeno y que poco a poco dominó la posesión con Iniesta como principal estandarte. El manchego generaba el juego, pero entrar por el centro de la zaga rojiblanca era imposible.

Simeone había ideado un plan de trincheras para contener a Messi en sus incursiones y el Barça se veía impotente de peligro pese a disponer de hasta cuatro corners en los 10 primeros minutos. Mientras el argentino no apareciera, los visitantes podían estar tranquilos viendo a Coutinho desubicado en la derecha y Suárez absorbido por Godín.

Hasta el minuto 20, en una arrancada en un palmo de terreno de Messi para dejar hasta a tres visitantes con el molde, el Barça no tiró a puerta. Fue un tímido intento, pero ese preludio sería decisivo para el devenir de la primera mitad. Messi volvió a cazar cerca de la frontal otro balón y Thomas, ante el miedo a que le volviesen a hacer el lío, zancadilleó a Leo en un lugar donde tiene puesta la cruz.

Messi sacó su guante de seda y desde 25 metros superó la poblada barrera atlética para anotar de sutil tiro libre el primer y único tanto del choque. La estirada de Oblak ante ese efecto fue imposible. El balón entró como un cuchillo por la escuadra. Leo estaba en llamas y si no que le pregunten a Filipe Luis, quien recibió un patadón del 10, quizá en venganza por la expulsión de hace algunas temporadas.

El gol hizo que los planes de cada equipo se extremaran. El Barça buscó con más ahínco la sentencia, mientras que al Atlético sólo le quedaban las contras y el talento de unos desaparecidos Griezmann y Costa. El balance de cero tiros a puerta de los visitantes habla por sí mismo del peligro que generaron. Eso sí, la salida de Iniesta por lesión provocó que el partido se volviese más chisposo y abierto, dejando un margen a la esperanza rojiblanca con André Gomes siendo uno más de los de Simeone con su inseguridad.

El Atlético buscó con todo el gol

El inicio de la segunda mitad volvió a ver un desplome físico del Barcelona, como ya ocurriese en Las Palmas. Los culés dejaron de controlar la posesión de balón y el Atlético comenzó a crecerse y envalentonarse, pese a que no llegaban ocasiones claras de gol. Messi desapareció y los locales vivieron momentos oscuros.

Por si fueran pocos problemas, Piqué volvió a dolerse de la rodilla al tiempo que Simeone lo daba todo eliminando su cuatrivote inicial y metiendo en el campo a cuatro delanteros –Correa y Gameiro se unieron a Griezmann y Costa–. El Barça se agazapaba como podía a una presión asfixiante. Un par de pérdidas de Busquets daban un halo de esperanza al aspirante al título a dar la vuelta a la situación.

Los culés, sin embargo, tenían momentos de inspiración siempre acompañados de apariciones de Messi. El argentino tuvo un par de posibilidades en un intervalo de cinco minutos, pero todo fue un espejismo. Con decir que Busquets, en una volea de córner, fue el que tuvo la ocasión más clara de gol para los azulgrana en el segundo tiempo está todo dicho.

El Atlético encontró el gol en el minuto 85 tras un pase de cabeza de Diego Costa a Gameiro que el francés remachó de volea. Gil Manzano, sin embargo, decretó que el gol no era válido por fuera de juego del ariete hispano-brasileño. El colegiado, exquisito en su arbitraje durante todo el partido, acertó en su decisión para disgusto de los rojiblancos.

El Barça terminó neutralizando las intentonas rojiblancas y contentándose con un triunfo por la mínima. Los culés volvieron a beber del talento de un Leo Messi cuyos goles dan puntos y títulos. La liga empieza a estar muy de cara para el equipo de Ernesto Valverde, que no enamora con su juego, pero que sigue manteniendo una solidez y fiabilidad aplastantes. Al Atlético le volvió a faltar valentía para ir a por el partido.