Deportes

Este es el complot en marcha para echar a Bartomeu de la presidencia del Barcelona

  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Un movimiento ha emergido con fuerza en el entorno del Barcelona. Veteranos, ex directivos e incluso dirigentes de medios de comunicación andan descontentos con la gestión que Josep María Bartomeu está haciendo del equipo culé. Pese a que los resultados no son malos en cuanto al número de títulos, los triunfos europeos del Real Madrid, la tibieza con el procés independentista y la pérdida de la filosofía que encumbró al club –con la cantera por bandera– una década atrás hacen que varios poderes específicos quieran arrebatar la batuta al presidente elegido en las urnas en 2015.

Bartomeu fue muy hábil en el verano que ganó la reelección. Avalado por el triplete en la primera temporada de Luis Enrique, el sucesor de Sandro Rosell venció a Laporta en los comicios sacando casi el 55% de los votos por el 33 del ex presidente.

Aquel resultado, sin embargo, parece olvidado por todo el mundo tres años después. En la Ciudad Condal andan muy descontentos con la política de cartera, y no cantera, que se gasta Bartomeu. Muchos fichajes caros –algunos de ellos fallidos–, ni un sólo jugador válido de la cantera para el primer equipo y una pérdida de identidad progresiva que ha hecho que al Camp Nou le cueste llenarse Dios y ayuda.

En la directiva actual sospechan que las declaraciones de los ex capitanes Carles Puyol y Xavi Hernández tras la Decimotercera del Real Madrid no fueron fruto de la casualidad, sino que atienden a un plan bien orquestado. El defensa lo dijo públicamente en la red social Twitter, mientras que el centrocampista afincado en Qatar dijo todo lo que pensaba mediante un explosivo Whatsapp supuestamente filtrado.

Roures impulsa el pesimismo que rodea al Barça

La opinión de ambos futbolistas ha calado en la mentalidad de unos culés que deberían estar eufóricos tras el doblete y la renovación de Messi hasta 2021. La realidad, sin embargo, es bien distinta. La marcha de Iniesta ha dejado patente que el poder de convicción de la directiva es escaso a la hora de retener a sus figuras. El caso Neymar, aunque fuese por motivos totalmente distintos, refuerza este teorema.

El hecho es que un grupo de personas lideradas en la sombra por el multimillonario Jaume Roures quiere arrebatar el poder en el club a Bartomeu. El dueño de Mediapro ha preparado el terreno para que Víctor Font, un empresario con importantes inversiones en el Diario Ara, sea el elegido para tomar el relevo. A través de sus medios de comunicación, el mensaje de que Bartomeu no es un gran directivo se ha implantado.

A través del proyecto ‘Sí al futur’, un manifiesto que presentó en 2015 antes de las últimas elecciones a las que no concurrió por estar trabajando en Dubai, Font declaró que el club necesitaba «una profunda regeneración porque se vivía de los réditos del pasado». De hecho, el mensaje de Puyol y Font tras la Decimotercera Champions fue un calco.

El problema de fondo con Bartomeu, según ha podido saber OKDIARIO, es su apoyo no incondicional al movimiento independentista en Cataluña. El club, que desde los años 90 había servido como plataforma progresiva para pedir la emancipación de España, ha dejado de tener esa función a ojos de Roures y el grupo que quiere reconquistarlo.

Así han usado a los capitanes

Tanto Puyol como Xavi manejan posturas muy bastante alejadas al independentismo que Laporta y compañía quieren implantar en el Barcelona, pero sí que se unen a la fiel idea de recuperar a la cantera como el eje central de la planificación deportiva. Los dos presionan para que La Masía sea la piedra angular del Barcelona y ven con escepticismo la politización del club.

Puestos a elegir, ambos prefieren que no se pierda la identidad de la casa en pos de que el discurso político del club pueda incrementarse. Tanto Xavi como Puyol recuerda los años de sus inicios en el primer equipo cuando el equipo daba tumbos en la planificación deportiva y en la conquista de títulos.

El principal problema al que este complot se enfrenta es la imposibilidad de convocar unas elecciones antes de 2021. Bartomeu no tiene ninguna gana de convocarlas tras asegurar su vinculación al contrato de Messi. Con el argentino, sabe que los títulos no faltarán, pese a que las críticas no las podrá disipar por un tipo de planificación que cuenta con pocos adeptos en Cataluña.