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UNA COLLEJA QUE CAMBIÓ AL EXTREMO

La tremenda ‘hostia’ que salvó la carrera futbolística de Joaquín

  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Joaquín Sánchez es uno de los mejores extremos que el fútbol español ha dado en la última década. Internacional con la selección en 51 ocasiones, el emblema del Betis confesó en El Hormiguero que su carrera estuvo a punto de truncarse por culpa de las fiestas y las chicas contando apenas con 16-17 años.

El gaditano explicó que en aquel momento estaba más interesado en las chicas y en salir que en el fútbol y que una mañana se quiso quedar en casa en lugar de ir a jugar un partido con la selección de Andalucía en Sevilla.

«Papa, que yo estoy aburrido del fútbol y no quiero irme a jugar. Yo ya estoy cansado de kilómetros», le espetó desde la cama el jugador. Su padre parecía entenderle: «Bueno, pues si no quieres ir, te acuestas». Sin embargo, su progenitor no le dio tiempo a volver a colocar el cuello en la almohada.

«No me dio tiempo a acostarme. Me pegó un cate por aquí atrás –señaló Joaquín en su nuca– que de hecho yo creo que para el lado derecho todavía no giro bien el cuello de aquella hostia que me pegó. Y yo sentí un escalofrío muy grande por el cuerpo», explicó el jugador en Atresmedia, al tiempo que confesó la frase que le dijo su padre. «Ya te estás vistiendo y montándote para el coche. Y si no quieres ir más a jugar habla con el entrenador, habla con el presidente y se lo dices».

Luego Joaquín confesó haberse arrepentido de aquel episodio y pidió perdón a su progenitor. «Fui al partido, me arrepentí, no les dije nada y le pedí perdón a mi padre», zanjó.