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Fórmula 1

Los 365 días desde el último podio de Fernando Alonso en los que Aston Martin lo empeoró todo

Este martes se cumple un año del espectacular tercer puesto del asturiano en el Gran Premio de Brasil 2023

Esa carrera dejó la histórica foto finish con Checo Pérez sobre la línea de meta con una diferencia de 0,053 segundos

Desde entonces, su equipo ha bajado el rendimiento de su monoplaza cada vez que ha intentado mejorarlo

Hace un año, el 5 de noviembre de 2023, Fernando Alonso subía con 42 años por última vez a un podio en la Fórmula 1. Fue en el circuito del Interlagos tras un histórico tercer puesto en la carrera del Gran Premio de Brasil, en la que adelantó al dominador Red Bull de Checo Pérez en la última vuelta para acabar culminando su último gran resultado de ese Mundial y hasta la fecha. Esa memorable foto final sobre la línea meta que protagonizó junto al piloto mexicano, al que derrocó por una distancia mínima de 0,053 segundos, es verdaderamente el único momento positivo que se ha podido echar a la boca el bicampeón del mundo en los últimos 365 días.

Desde entonces, su escudería, Aston Martin, se ha encargado de destrozar ese monoplaza que tan buen rendimiento ofreció el año pasado y no sólo eso, sino convertirlo en imposible de pilotar. Alonso acabó muy dolorido de la espalda esta nueva edición de la prueba de Sao Paulo y en condiciones normales ni habría finalizado. El asturiano ya dio sus explicaciones, pero esos bandazos del equipo inglés están desconcertando a todo el mundo y son injustificables.

El gran problema con el que se están encontrando en este tramo final de temporada es el del suelo. Al parecer, el que mejor funciona es el de Suzuka, sin embargo, Aston Martin tuvo que montar el de Austin en el coche de Alonso, el cual genera un efecto rebote insoportable para el piloto. De manera incomprensible, esta pieza fue mejorada entre muchas comillas para la carrera en Estados Unidos, un fin de semana al que llevaron siete mejoras pensadas por el funcionamiento a largo plazo, pero que han acabado por reventar cualquier atisbo de rendimiento en pista.

El panorama de cara a las tres últimas carreras (Las Vegas, Qatar y Abu Dabi) es bastante aciago, aunque lo más alarmante es 2025, un año para el que Aston Martin ha demostrado no tener ninguna garantía de que no vayan a ocupar la zona más baja de la tabla de constructores. Actualmente, gracias a un aceptable inicio de campeonato y a unas lecciones de pilotaje de Alonso que desdecían a cualquier pronóstico, siguen aferrándose a la quinta posición con 86 puntos, casi 200 menos con los que finalizaron la pasada F1 (280).

La llegada de Newey, lo único positivo para Alonso

La larga y desoladora sequía de resultados está llevando a Alonso al límite, siendo la única gota de esperanza la revolución que se avecina en Silverstone con la llegada de Enrico Cardile, Andy Cowell y sobre todo Adrian Newey. Eso sí, en el camino se han quedado 365 oportunidades de una escudería que sorprendió a todo el mundo esos primeros meses de 2023 y que incluso demostró cierta seriedad saliendo de un bache en el último trimestre.

Recordemos que ese último podio de Alonso llegó tras dos abandonos consecutivos en Austin y México. Este año ha pasado todo lo contrario: dejó la prueba mexicana, su carrera número 400, por un fallo en los frenos, y en Interlagos sufrió dos accidentes seguidos, uno en la clasificación cuando iba a por una pole impensable si no fuera por la lluvia y otro más liviano en la carrera que le llevó a la cola para acabar decimocuarto y sin puntos.