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La razón por la que los españoles hablamos tan rápido, según un australiano: «Cuando llega su turno…»

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En muchas partes del mundo, España es conocida no sólo por su rica cultura, su arquitectura impresionante y su deliciosa gastronomía, sino también por su forma de comunicarse. El ritmo rápido con el que hablamoses algo que suele llamar la atención de los extranjeros, especialmente de aquellos que no están familiarizados con el idioma o la dinámica social de las charlas españolas. Un australiano, Corey, residente en España, ha querido explicar éste curioso comportamiento de manera divertida en un vídeo viral que ha circulado por las redes sociales.

Según Corey, este fenómeno está relacionado con la necesidad de «sobrevivir» dentro de una conversación. Para el australiano, los españoles tenemos apenas «tres segundos y medio» antes de que alguien mos interrumpa, lo que nos lleva a hablar a toda velocidad para poder exponer la mayor cantidad de información en poco tiempo. En su análisis, Corey también describe cómo este ritmo se intensifica en ciertas situaciones, como en discusiones acaloradas o en momentos de intercambio de opiniones entre amigos y familiares. Para los que no están acostumbrados a esta velocidad, dominar el español implica familiarizarse con un ritmo de conversación completamente diferente al de muchos otros idiomas.

El concepto de ‘supervivencia en la conversación’

@coreyyy.exe working on my wpm 🗣️ #spanish #spain #español ♬ original sound – corey

Una de las principales ideas que Corey resalta es la noción de que los españoles, debido a las dinámicas sociales del país, necesitan ser rápidos en la manera en que se expresan. En su vídeo, hace referencia a los «tres segundos y medio» como un tiempo crítico en el que alguien puede interrumpir y cambiar de tema, lo que obliga a quien está hablando a condensar su mensaje de manera eficiente. Esto podría ser visto como un tipo de adaptación cultural, donde la rapidez no responde a la eficiencia, y también a la necesidad de mantener el flujo de la conversación.

Este fenómeno es especialmente notorio en las conversaciones informales, pero lo interesante es cómo se acentúa en situaciones más intensas, como cuando se está discutiendo sobre un tema polémico o durante una conversación apasionada entre amigos. En estos momentos, la velocidad de la interacción se dispara aún más. «En una pelea, es un todos contra todos. Buena suerte», dice Corey en su vídeo, haciendo referencia al caos que puede generar la rapidez con la que se intercambian opiniones en una discusión en España. Se podría comparar con un tipo de «competencia» en la que, al igual que en los deportes, la habilidad para interactuar rápidamente es clave para mantener la posición dentro de la conversación.

Impacto cultural

La rapidez con la que hablamos no solo está influenciada por la necesidad de ser eficientes en las conversaciones, sino también por el propio contexto cultural. España es un país en el que la vida social tiene un papel muy importante. Desde las tapas después de trabajar hasta las reuniones familiares los fines de semana, la conversación es un acto social que forma parte de la rutina diaria de muchas personas. En este sentido, el hablar rápido no es sólo una cuestión lingüística, sino una manifestación de la vitalidad y el dinamismo de la vida cotidiana.

Los españoles somos conocidos por nuestra calidez y expresividad, tanto en el lenguaje verbal como en el no verbal. La velocidad con la que se transmiten las ideas puede ser un reflejo de la energía emocional que se invierte en cada conversación, la cual suele estar acompañada de gesticulaciones, cambios de tono y un énfasis particular en ciertas palabras.

El español, como lengua, también tiene características que favorecen este estilo de hablar rápido. En comparación con otros idiomas, el español tiene una estructura fonética que permite una pronunciación fluida y rápida. Las palabras en español no suelen ser demasiado largas, por lo que podemos construir oraciones con mayor rapidez. Esta facilidad para encadenar palabras puede ser una de las razones por las cuales, incluso sin querer, logramos mantener conversaciones rápidas y fluidas.

Finalmente, cabe señalar que, a pesar de que la rapidez al hablar es una característica que se encuentra principalmente en el contexto de las conversaciones informales en España, también es importante considerar el contexto más amplio de la globalización y el cambio de los medios de comunicación. Las interacciones diarias, ya sea en persona o a través de plataformas digitales, están cada vez más influenciadas por un mundo que avanza rápidamente.

La teoría de Corey sobre por qué los españoles hablamos tan rápido ofrece una perspectiva interesante sobre las dinámicas sociales y lingüísticas que subyacen a este fenómeno. Más allá de ser una simple cuestión de rapidez en el habla, este comportamiento refleja una adaptación cultural a la vida social dinámica de España, donde la interacción constante y la necesidad de participar activamente en las conversaciones se convierten en factores clave.