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Ni nevera ni congelador: el truco para conservar el queso fresco con todo su sabor

Toma nota del truco para conservar el queso fresco con todo su sabor

Ni vinagre ni cera: el sencillo truco casero para abrillantar el parqué de tu casa como si fuera nuevo

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

El queso fresco puede conservarse con todo su sabor y lo ha hecho de tal forma que debemos aplicar un truco que nos ayudará a dejar a un lado la nevera y el congelador. Habrá llegado el momento de empezar a prepararnos para conservar de forma excepcional este tipo de alimento que se convertirá en uno de los más admirados de todos. De la mano de determinados elementos que se convertirán en esenciales y que pueden llegar a ser los que marcarán la diferencia.

Guardar el queso en la nevera o quizás en el congelador, debe hacerse de una manera especial que nos asegure que este ingrediente tan especial se conserve de la mejor forma posible. Debemos apostar claramente por una serie de elementos que se convertirán en buenos básicos. Tocará ver qué nos está esperando, de la mano de determinados elementos que quizás no tenías en mente, una nevera en orden y unos alimentos bien colocados puede ser clave para hacer que nos duren más. En especial en estos tiempos que corren y que pueden acabar siendo fundamentales en muchos sentidos. Este truco para conservar el queso fresco te puede cambiar la vida.

Ni congelador ni nevera

La realidad es que el queso se suele poner directamente en la nevera, aunque lo que necesitamos para conservarlo mejor es disponerlo de tal forma que nos pueda durar un poco más. Son maneras de hacer que esté en perfectas condiciones sin necesidad de nada más que de un elemento esencial.

Antiguamente y quizás debamos recuperar las tradiciones, se usaba un papel encerado de la propia carnicería o tienda en la que comprábamos el queso. De esta manera se podía conservar durante más tiempo en un lugar que nos garantiza la temperatura ideal del queso.

En este caso, necesitamos que esté a unos 15º, que es el elemento esencial que quizás hasta ahora no hubieras tenido en cuenta. Un detalle que puede acabar siendo el que marque una diferencia significativa con respecto a lo que tenemos por delante.

Esos 15º se consiguen en general, a las partes menos frías de la nevera, es decir, en las puertas y en los cajones, no en el centro de la nevera como solemos coloca de forma casi automática el queso. De esta manera no obtendremos aquello que necesitamos sino todo lo contrario.

El truco para conservar el queso fresco con todo su sabor

El queso fresco, debe conservarse en la nevera, eso de congelarlo quizás no sea una buena opción, sino todo lo contrario. Con este truco te durará más el queso y podrás hacer algunas recetas que te dejarán en shock. Un cambio de ciclo que quizás te dejará con un magnífico queso, preparado para una receta de excepción.

Ingredientes:

Preparación:

  1. En primer lugar, cocemos las placas de lasaña en agua hirviendo con sal siguiendo las instrucciones del paquete. Una vez cocidas, las escurrimos y las enfriamos con agua fría para que no se peguen entre ellas.
  2. Mientras se cuece la pasta, picamos finamente la cebolla, los pimientos y los dientes de ajo. En una sartén con un poco de aceite de oliva, sofreímos las verduras hasta que estén tiernas.
  3. Añadimos las gambas peladas a la sartén y las salteamos hasta que estén cocidas. Salpimentamos al gusto y reservamos.
  4. En un bol, desmenuzamos el queso fresco con un tenedor y lo mezclamos con un poco de aceite de oliva, sal y pimienta.
  5. Para montar la lasaña, colocamos una capa de placas de lasaña en el fondo de un recipiente rectangular. Encima, ponemos una capa de queso fresco, otra de las gambas con las verduras, y repetimos este proceso hasta terminar los ingredientes.
  6. Decoramos la lasaña con tomates cherry cortados por la mitad y unas hojas de albahaca fresca.
  7. Tapamos el recipiente con papel film y dejamos reposar la lasaña en la nevera durante al menos 2 horas para que se enfríe y los sabores se mezclen.

Atrévete a probar una buena lasaña con las sobras de estos días y un queso fresco que acabará siendo el que marque una diferencia importante. Habrá llegado el momento de hacer realidad una serie de detalles que serán los que marcarán la diferencia en todos los sentidos.

Un buen ingrediente que acabará siendo el protagonista de un plato que te servirá para degustar el perfecto queso que tienes guardado en la nevera. Un buen aliado de una combinación de sabores que acabará siendo el que marque la diferencia. Con este truco podrás disfrutar mucho más de un queso que queda espectacular.