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Café

Ni para dejar la cuchara ni el azucarillo: la verdadera utilidad del platito del café

Este es el motivo por el que se sirve el café en taza y platito

No bebas café nada más levantarte: las razones por las que los expertos lo piden

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

España es uno de los países que sirve un platito con la taza del café, un lugar que no solo sirve para poner la cuchara o el azucarillo, sino que va mucho más allá. Nos debemos remontar a los orígenes del café en nuestro país y a todo lo que ha acabado supuesto la llegada de este elemento para darnos una alegría a primera hora, por la tarde, noche o en cualquier momento. Sin duda alguna ha llegado el momento de conocer la historia de esta bebida extraordinaria que quizás hasta ahora nos apasiona.

Hay una razón de ser para incluir a la hora que servimos el café un platito, no es la que nos imaginamos. Estamos ante un elemento que seguramente habremos tenido en cuenta y nos ayudará a saber en todo momento la manera en la que se consumía este elemento que se ha convertido en esencial. Habrá llegado el momento de empezar a pensar en lo que podemos sacar de este café, este ingrediente que seguramente se acabará convirtiendo en una realidad que debemos poner en práctica en este preciso momento de forma excepcional.

Conocer un poco más el café es esencial

Difícilmente nos imaginamos una mañana sin el café de rigor, aunque tengamos cafetera en casa y ya nos hayamos preparado una abundante taza, siempre será mejor el del bar de toda la vida. De la mano de estos expertos que deben acabar siendo los que nos acompañen en estos días.

Esa espuma del café perfectamente conseguida y esa forma de servirlo en una taza con platillo tiene su razón de ser. Pero antes de saberlo, desde Bonka nos invitan a conocer un poco más de dónde viene ese café que tomamos en España y que llevamos décadas o cientos de años consumiendo a diario.

Según nos explican: «El café es originario de África y fueron los árabes quienes adaptaron su cultivo y empezaron a comerciar con él. Pero no fue hasta el siglo XVII que el consumo de café llegó a Europa. De hecho, hasta mediados del siglo XVIII no se introdujo el café en España y fue gracias a los italianos que acompañaban a los Borbones después de la Guerra de Sucesión. La primera vez que aparece la palabra café en España, como la planta y bebida, es en el Diccionario de Autoridades de la Real Academia Española, en 1726».

Las primeras cafeterías de España no tardaron en llegar: «En 1764 se abre el primer café en Madrid, la Fonda de San Sebastián, situado en la céntrica calle Atocha. A partir de este momento fueron muchos los establecimientos de café que aparecieron en ciudades como Madrid y Barcelona. Cádiz, ciudad de ideas liberales, fue en esta época la capital española del café. En 1802 había 23 establecimientos de café que eran a la vez centros de reunión y debate político».

Nada tenía que ver el primer café con los que tomamos hoy en día: «El consumo de café en España hasta finales en el siglo XIX no estaba del todo extendido ni era la bebida más popular. De hecho, el chocolate caliente era la bebida más consumida entonces, por delante del café.  La cafetera italiana no llegó a España hasta mediados del siglo XX y las cafeteras espresso se popularizaron después de la Segunda Guerra Mundial. Nuestros bisabuelos se preparaban el café en una olla, el conocido como café de pote o de puchero. Agua caliente, café molido y colado a través de una tela fina. Así era el primer café que se tomaba en España».

Este es el motivo de servir el café con un platito

Ese plato que acompaña el café sirve para consumirlo más rápidamente, antiguamente se vertía un poco de esa bebida para que la persona pudiera consumirlo más rápidamente. Es decir, era un sistema para qué se enfriará más rápidamente que lo que tardaría a hacerlo en la taza.

Quizás las prisas o la falta de costumbre para degustar este elemento es lo que hizo del café un detalle que querríamos empezar a consumir de una manera muy distinta. Habrá llegado ese momento en el que podemos decir que por fin sabemos la manera en la que consumimos ese café, el motivo principal para poder degustarlo y disfrutarlo.

Es el momento de conocer en primera persona este tipo de bebida que quizás hasta ahora no habíamos tenido en cuenta. Siendo un buen básico para empezar el día o incluso para terminarlo a través de un buen descafeinado calentito después de un día duro de trabajo, puede ser una buena manera de dejar atrás algunos malos pensamientos. Es hora de apostar claramente por esta bebida que será la que nos acompañe en estos tiempos modernos, de solo usar una taza y esperar a que se enfríe poco a poco.