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Mascotas

Los expertos lanzan un importante comunicado a las personas que tienen niños y perros pequeños en casa

  • Manuel Morera
  • Periodista y fundador del pódcast V9, el programa de F1 más escuchado de España. Universidad de Valencia y Radio 3. Anteriormente en ElDesmarque, Levante TV y Las Provincias.

Juntar a mascotas y niños en casa puede ser muy divertido pero también puede acarrear ciertos conflictos. Los perros pequeños y los cachorros nos tratan como sus personas favoritas, pero debemos seguir ciertas precauciones al presentárselo a un infante.

Los expertos advierten que los niños y los perros pequeños tienen ciertas similitudes en su comportamiento que pueden generar roces: la curiosidad, las ganas de jugar, la actitud nerviosa y territorial…

Por ello es importante tomar algunas precauciones y seguir ciertos consejos no sólo para evitar accidentes indeseados, sino para fortalecer el vínculo entre las mascotas y los más pequeños de la casa.

Las precauciones que debes tomar en la convivencia entre niños y perros pequeños

Cuando un perro pequeño o un cachorro llega de nuevas a una casa con niños es importante establecer una serie de precauciones y normas básicas.

Desde el primer día los niños deben comprender que un perro, por pequeño que sea, no es un juguete. Aprender esto con perros de mayor tamaño es más sencillo que hacerlo con cachorros o razas de menor tamaño.

Los perros más pequeños son los que tienen mayor carácter pese a que puedan generar la impresión opuesta. Por ello, los niños deben saber que, si bien hay muchas formas de expresar cariño al animal, hay que evitar atosigar al perro, abrazarlo con mucha fuerza o intentar jugar con él mientras come o duerme.

Por otro lado, con la llegada de un cachorro o un perro pequeño a casa, hay que marcar límites en su conducta desde el primer momento. Por ejemplo, el perro debe aprender que no puede morder manos o pies mientras está jugando.

Cómo presentar a un cachorro o perro pequeño a un niño

El primer contacto entre un niño y un perro pequeño debe ser planeado y supervisado. Las primeras impresiones, en este caso, cuentan más de lo que parece.

Lo ideal es hacer la presentación en un entorno al aire libre o en una habitación amplia y sin demasiadas distracciones.

El cachorro debe acercarse al niño por iniciativa propia. Una buena forma es que el niño permanezca tranquilo y extienda el puño cerrado para que el perro lo huela poco a poco. Con esta técnica podemos evitar mordiscos o movimientos bruscos.

Una vez que el perro se sienta cómodo al lado del niño, ya es momento de acariciarlo despacio. El lomo es la parte perfecta para una caricia, mientras que debemos evitar acariciar zonas sensibles como la cola o las orejas en un primer momento.

Los beneficios de criar a un niño con un perro en casa

Tener un perro pequeño en casa puede ser una experiencia muy enriquecedora en el desarrollo emocional de nuestros hijos.

Cuando los niños tienen un animal a su cargo, aprenden valores fundamentales como la responsabilidad, el cuidado, la empatía y el respeto hacia otros seres vivos.

Para lograr una convivencia saludable entre adultos, niños y perros debe haber un compromiso por todas las partes. La recompensa, no obstante, vale la pena: un vínculo fuerte y duradero que generará recuerdos imborrables en la unidad familiar.