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Esto es lo que debes hacer según un jardinero si las hojas de tus plantas se ponen marrones: no falla

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Tener plantas en casa es una de las formas más sencillas de llenar los espacios de vida, color y frescura. Sin embargo, mantenerlas sanas puede ser más complicado de lo que parece. Uno de los problemas más comunes y frustrantes para los amantes de las plantas es cuando las hojas empiezan a ponerse marrones. Es una señal clara de que algo no va bien: ¿Están recibiendo demasiada agua? ¿O tal vez muy poca? ¿Será por el sol, la humedad, o algo más invisible como una plaga?

Un jardinero con amplia experiencia señala que no todas las manchas marrones son iguales. Es fundamental observar con atención cómo se presentan estos cambios: Las puntas secas, por ejemplo, suelen estar relacionadas con una falta de humedad en el ambiente. Las manchas en el centro pueden indicar enfermedades fúngicas o bacterianas. Si todo el borde se vuelve marrón, quizás estés regando en exceso.

¿Tus plantas tienen hojas marrones?

Una de las causas más frecuentes de hojas marrones tiene que ver con el riego. Muchas personas piensan que si una planta está «triste», necesita agua, pero eso no siempre es así. El jardinero lo explica así: «El exceso de agua puede ser tan peligroso como la sequía. Las raíces necesitan oxígeno, y si la tierra está siempre empapada, se ahogan.»

Otro gran culpable del color marrón en las hojas es la falta de humedad en el ambiente. Esto es especialmente común en interiores con calefacción o aire acondicionado. Muchas plantas tropicales, por ejemplo, están acostumbradas a ambientes con niveles altos de humedad, y cuando el aire es muy seco, sus hojas se resienten.

En este caso, pulveriza agua en el aire alrededor de la planta, pero sin mojar demasiado las hojas. Asimismo, coloca un recipiente con agua cerca para aumentar la humedad por evaporación y pon las plantas juntas para crear un microclima húmedo.

Luz y nutrientes

La exposición solar es un factor determinante en la salud de las plantas. Aunque la luz es esencial para su desarrollo, un exceso puede resultar perjudicial, sobre todo en especies que no toleran el sol directo. En esos casos, pueden aparecer quemaduras solares: manchas secas y decoloradas en la parte superior de las hojas.

Para prevenirlo, lo mejor es observar cuántas horas de sol reciben al día y moverlas si es necesario. También se puede suavizar la intensidad de la luz utilizando cortinas translúcidas, especialmente en ventanas muy expuestas.

Por otro lado, la escasez de luz también tiene consecuencias negativas. Las plantas con poca iluminación tienden a debilitarse, presentar hojas más apagadas y enfermar con más facilidad. Cambiar su ubicación a un lugar más luminoso o incorporar luz artificial puede marcar la diferencia.

Además, la nutrición adecuada es clave. Las deficiencias de minerales como hierro o potasio pueden provocar manchas marrones. Un fertilizante equilibrado aplicado con moderación y un buen sustrato evitarán que la planta sufra carencias.

Enfermedades y plagas

Si notas que, pese a ajustar el riego, la luz y la humedad, las hojas siguen marrones, puede que el origen del problema sea una plaga o enfermedad. Hongos, bacterias, insectos diminutos y ácaros son enemigos silenciosos que dañan las hojas y se propagan rápidamente entre plantas.

Para detectarlos, inspecciona cuidadosamente el anverso y reverso de las hojas. Presta atención a señales como puntos negros, manchas pegajosas, telarañas finas o insectos muy pequeños. Si encuentras algo sospechoso, aísla la planta de inmediato para evitar contagios.

Existen tratamientos específicos para cada tipo de plaga o enfermedad. Si no estás seguro del diagnóstico, lo mejor es acudir a un vivero con fotos o una muestra. Los expertos te orientarán sobre el producto más eficaz.

Cuando una hoja ya está completamente marrón, no hay vuelta atrás. Pero eso no significa que la planta esté perdida. El jardinero aclara que cortar las hojas dañadas es una forma de ayudar a la planta a concentrar su energía en las partes sanas.

Uno de los errores más frecuentes, según el jardinero, es tratar a todas las plantas por igual. Cada especie tiene su origen, su entorno natural y sus necesidades específicas. Lo que le va bien a una orquídea no es lo mismo que necesita una suculenta o una monstera.

Que las plantas tengan hojas marrones no significa que estén muriendo. Es, simplemente, una señal de que necesita algo diferente. Puede ser más o menos grave, pero en la mayoría de los casos tiene solución. Lo importante es no ignorar el problema ni desesperarse. Con paciencia, observación y algunos cuidados básicos, muchas plantas se recuperan y vuelven a lucir verdes y sanas.

Como dice el jardinero: «Las plantas no necesitan magia, sólo atención. Y cuando la reciben, siempre responden”» Así que, si notas que algo no va bien, no lo dejes pasar. Actúa, aprende, y disfruta del proceso de cuidar y crecer junto a ellas.