Cultura
En un supermercado Walmart de Palm Springs

Sia paga la compra a desconocidos por Acción de Gracias: «Me llamo Cici y me ha tocado la lotería»

  • Iñigo Artola
  • Portadista. Redactor de cultura, internacional, política, sociedad y lo que haga falta. Devorador insaciable de series y películas.

Las redes sociales nos sorprenden cada día más. Gracias a ellas nos hemos podido enterar de la última excentricidad, muy caritativa pero excentricidad, de Sia. La artista se paseó el miércoles, víspera del día de Acción de Gracias que se celebra el último jueves de noviembre en EEUU, por un supermercado Walmart, tarjeta de crédito en mano, para pagar la compra entera de quien pillaba en caja.

El caritativo episodio tuvo lugar en Palm Springs, donde reside la artista la mayor parte del tiempo, y ha quedado registrado en multitud de fotografías y vídeos. A pesar de que mucha gente no le reconoció, ya que Sia se esfuerza mucho en no asociar su rostro a sus éxitos musicales, algunos sí que se percataron de quién era la misteriosa mujer que decía llamarse «Cici» y que pagaba la compra de desconocidos porque le había tocado «la lotería». Otros, se dieron cuenta al revisar las fotografías que habían sacado. Otros testimonios dicen que vieron a la artista hacer lo mismo en otro supermercado de Palm Springs. Una tarde de caridad muy ajetreada para Sia.

«¿Qué no hay en la música pop? Misterio»

La cantante Sia, con el rostro tapado por una peluca gigante, acompañada de Maddie Ziegler, la bailarina que protagoniza muchos de sus videoclips.

La australiana Sia Kate Isobelle Furler huye de la fama y se esfuerza por no ser reconocida. Aunque las tres letras de su nombre sean sinónimo de éxito asegurado. Sia, con su tan peculiar como prodigiosa mente, es la mujer que tienen en común Rihanna, Beyoncé, Robin Williams, Britney Spears, Katy Perry, Shakira y Kyle Minogue, por mencionar algunos de los artistas para los que ha escrito canciones o a quienes ha asesorado.

El episodio en el Walmart resume el porqué Sia decidió ocultar su rostro, siempre que actúa o en lo relativo a su carrera musical. El 25 de octubre de 2013, después de 13 años en la industria musical, Sia publicó un artículo en la revista Billboard que se convirtió en su manifiesto anti-fama y en el germen de la decisión de cubrir su rostro para proteger su intimidad. El primer párrafo de ese artículo comenzaba así: «Si alguien que no es famoso supiera lo que significa, nunca querría ser famoso. Imagínense a la típica suegra con opiniones duras y completamente desinformada. A eso súmenle todos los adolescentes con computadora del mundo y luego agréguenle la gente aburrida y aquellos cuyo trabajo es informar sobre la vida de las celebridades. Imaginen esa fuerza, ese monstruo criticándote todos los días».

Explicando un poco más, y con sus propias palabras, la misteriosa carta de presentación de Sia: «Fui una cantante de éxito mediocre durante diez u 11 años, y era alcohólica y adicta a las drogas. Empecé a estar sobria y decidí que no quería ser artista nunca más. Y justo entonces empecé a ganar un poco de fama, y eso era en cierto modo desestabilizador… así que pensé: ‘¿Qué no existe en la música pop en este momento?’ y la respuesta era misterio» dejó escrito en su cuenta de Twitter. La decisión, a la vista de los acontecimientos, parece haber dado el resultado esperado para esta excéntrica artista nacida en la ciudad australiana de Adelaida.