Cultura

Madonna abarrota el Sant Jordi en uno de sus dos únicos conciertos en España

Con samuráis, equilibristas, monjas con poca ropa, guiños sexuales, coreografías espectaculares y toreros, Madonna se presentó este martes en el Palau Sant Jordi ante 16.000 personas entregadas. El icono sigue en plena forma y dispuesta a seguir reinando en el mundo del pop, como demostró sobre el escenario.

Sus seguidores tuvieron esta vez que esforzarse algo más de la cuenta para verla y no por el habitual elevado precio de las entradas, sino por los férreos controles de seguridad, que retrasaron una hora el concierto, el primero de dos que la cantante ofrece en la capital catalana y únicos en España programados.

El repertorio comenzó al ritmo de ‘Iconic’, uno de los temas de su último disco, ‘Rebel Heart’, que da nombre a la gira mundial que empezó este verano en América y que todavía tiene que llegar a Australia y Asia. Aunque el álbum no ha gustado a todos, interpretó orgullosa varios de los sencillos.

Más tarde llegaron los grandes éxitos, algunos escondidos dentro de popurrís o bajo nuevos arreglos, como en los casos de ‘Who is that girl’, ‘True Blue’, ‘Like a Virgin’ o ‘Material Girl’. Escuchándola, varias generaciones, con numerosos adolescentes acompañados por unos padres tan o más entusiasmados.