Cuando un megayate está firmado por Bannenberg & Rowell el calificativo de grandiosidad siempre va asociado y para muestra su último proyecto de 111 metros de longitud. Una medida que ya habla por sí sola, pero no es la única, pues el volumen interior alcanza las 4.800 toneladas brutas. Espacios amplios dentro y fuera, donde descansan tres piscinas y un helipuerto. Es tan enorme que el propio estudio explica que es casi tan largo como la Catedral de St. Paul, de Londres. Sin duda, se trata de una impresionante embarcación equipada con todo tipo de lujos y comodidades inimaginables.
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Para ponernos en antecedentes, Bannenberg & Rowell es el descendiente directo del innovador estudio creado por Jon Bannenberg, considerado el padre del diseño de yates modernos en la década de los años 60. Dickie Bannenberg y Simon Rowell continuaron su legado y hoy se encuentran entre los favoritos, trabajando con los astilleros más importantes.
«El proceso de creación de un yate sigue siendo una experiencia única e íntima, debe ser un placer de principio a fin», apuntan Dickie Bannenberg y Simon Rowell.
Con helipuerto y garaje para embarcaciones y submarinos
Megayate 111, que así es como se llama en honor a su eslora, está diseñado para una movilidad híbrida, diésel y eléctrica. Estéticamente, el exterior goza de siluetas aerodinámicas, líneas depuradas y una proa afilada.
A bordo, las cubiertas están equipadas con mobiliario de exterior diseñado por el estudio Sutherland. Aquí, además, es donde se encuentran las tres piscinas: una en la popa, otra en laproa y la tercera en la cubierta principal. En la proa, además, se halla un práctico helipuerto para aquellos propietarios que disfrutan de un eVTOL (vehículos eléctricos de despegue y aterrizaje vertical).
Tampoco falta en el megayate un garaje para embarcaciones auxialiares o incluso un submarino, como el de el de Aston Martin.
Un yate con alma de mansión
En su interior se despliega una auténtica mansión. Los creadores, Dickie Bannenberg y Simon Rowell, quieren destacar la ‘Chefs Table’ de la cocina, «que permite al propietario del megayate y sus invitados sumergirse en una experiencia culinaria y gastronómica, pues se ha diseñado para el bienestar y disfrutar de un buen vino».
Gimnasio, spa, sala de cine y juegos, golf indoor… Está equipado con todo tipo de comodidades para que el propietario no eche en falta nada.
