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Así es como Elon Musk pretende viajar de Shangai a Nueva York en 30 minutos (y no es un farol)

  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

Viajar de Nueva York a Shanghái en sólo 30 minutos suena a ciencia ficción, pero Elon Musk, con su empresa SpaceX, está trabajando para convertirlo en realidad.

El magnate visionario no se conforma con llevar humanos a Marte; su nuevo desafío es revolucionar los vuelos comerciales aquí en la Tierra. Utilizando su cohete reutilizable Starship, Musk promete redefinir el transporte intercontinental. Los vuelos a destinos lejanos, que ahora tardan horas, pronto podrían completarse en cuestión de minutos.

El concepto detrás de esta revolucionaria idea radica en la reutilización de los cohetes Starship, un avance que SpaceX ha perfeccionado con cada lanzamiento.

Hasta ahora, los cohetes han sido parte de la exploración espacial, pero Musk ve un futuro en el que estos mismos vehículos puedan ser utilizados para viajes comerciales dentro de la Tierra, compitiendo directamente con las aerolíneas. Esta tecnología, según el magnate, permitirá volar a cualquier parte del mundo en menos de una hora, un avance que marcaría un antes y un después en la aviación.

El reto de los vuelos supersónicos de Musk

El Starship, con su capacidad para volar a 25 veces la velocidad del sonido, es el motor de este ambicioso plan. Los misiles balísticos intercontinentales sirven como inspiración para estos vuelos de alta velocidad, y Musk incluso bromea con que la única diferencia es que los cohetes de SpaceX no llevarán cabezas nucleares.

Rutas como Nueva York a Shanghái, que actualmente toman más de 15 horas en avión, podrían completarse en apenas 30 minutos. Además, SpaceX ya ha hecho simulaciones de otras rutas como Nueva Deli a Sídney en 36 minutos y Londres a Dubái en 29.

Con esta velocidad, los vuelos cambiarían radicalmente, tanto en su ejecución como en la experiencia del pasajero. Musk ha insinuado que no será necesario disponer de baños a bordo, dado que el tiempo en el aire será tan breve.

Los cohetes tendrán capacidad para transportar hasta mil pasajeros, y debido a la reutilización de la cabina, se maximizará el espacio. Sin embargo, este tipo de viajes traerá nuevos desafíos, como el impacto de la onda sónica en las áreas cercanas a los ‘astropuertos’.

El éxito de la tecnología reutilizable

Aunque al principio muchos dudaron del éxito del proyecto, SpaceX ha demostrado que la perseverancia y la filosofía de ensayo y error dan sus frutos. Tras varios lanzamientos fallidos, la compañía logró que el Starship tocara órbita, regresara a la Tierra y aterrizara sin desintegrarse. Esta capacidad para reutilizar los cohetes es un punto de inflexión en la industria aeroespacial, marcando el inicio de una era en la que los vuelos comerciales a través del espacio podrían ser tan comunes como los vuelos en avión.

Más allá de Marte: objetivos comerciales de Elon Musk

Si bien el objetivo final de Musk es la colonización de Marte, su visión a corto plazo está claramente enfocada en el transporte terrestre. Con un cohete que ya ha asegurado contratos con el Pentágono y otros clientes, SpaceX está en una posición dominante para revolucionar no solo la exploración espacial, sino también los viajes en nuestro planeta.

Esta innovación abriría las puertas a una nueva era de vuelos comerciales, donde los pasajeros podrían cruzar continentes en menos de una hora, un futuro que, aunque parece sacado de una película de ciencia ficción, podría estar más cerca de lo que pensamos.