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La frase de 3 palabras que ningún niño pequeño debería oír de sus padres, según la crianza respetuosa

  • Ana López Vera
  • Máster en Periodismo Deportivo. Pasé por medios como Diario AS y ABC de Sevilla. También colaboré con la Real Federación de Fútbol Andaluza.

La crianza respetuosa consiste en acompañar el desarrollo de los niños con empatía, evitando frases y actitudes que limiten su autonomía, sus emociones y su confianza.

Aunque muchas de estas expresiones se dicen con buena intención, especialistas en pedagogía respetuosa advierten que pueden tener efectos contraproducentes en la autoestima y el aprendizaje de los más pequeños.

Una de ellas, formada por tres palabras, es considerada ‘problemática’ porque anula las emociones infantiles y transmite un mensaje confuso.

Ésta es la frase que hay que evitar, según la crianza respetuosa

La expresión «hay que compartir» es, para los expertos en crianza respetuosa, una de las frases más dañinas que puede recibir un niño pequeño en etapas tempranas de su desarrollo.

Según explican en Como ser madre día a día, los menores de corta edad no tienen aún la madurez suficiente para comprender de manera abstracta qué significa compartir. Para ellos, un juguete es simplemente suyo, y pedirles que lo entreguen por obligación genera frustración, tristeza o incluso enfado.

Al imponer esta acción, los adultos invalidan las emociones del niño y minan su derecho a decidir sobre sus propias pertenencias. Además, se transmite el mensaje implícito de que su voluntad no importa frente a las expectativas sociales de los adultos.

Desde la perspectiva de la crianza respetuosa, no se trata de fomentar el egoísmo, sino de enseñar a compartir desde la empatía y el ejemplo, respetando los tiempos y procesos individuales.

Otras frases negativas que afectan al desarrollo infantil según la crianza respetuosa

La pedagogía identifica otras expresiones que pueden afectar la autonomía y la autoestima infantil. Éstas son algunas de las más destacadas:

Cómo cambiar el lenguaje para una educación respetuosa y empática

El cambio hacia una crianza respetuosa implica modificar conductas y revisar el lenguaje que se utiliza a diario. Las palabras tienen un impacto profundo en la forma en que los niños construyen su autoconfianza y su visión del mundo.

Frases como «hay que compartir» o «no llores» pueden parecer inofensivas, pero a largo plazo afectan la capacidad de los menores para expresar sus emociones con libertad y sentirse validados.

Reemplazar estas expresiones por actitudes de escucha activa y acompañamiento fortalece el vínculo entre adultos y niños. Respetar el ritmo, las pertenencias y los sentimientos del menor es clave para que crezca con seguridad y empatía.