Alimentos que tienen un mayor riesgo de atragantamiento o asfixia en los niños
Alimentos como las uvas, los frutos secos, e incluso la carne pueden convertirse en un riesgo de atragantamiento o asfixia en los niños.
A partir de los seis meses, los niños ya pueden comenzar a probar sus primeros alimentos al margen de la leche materna o de fórmula. Lo más aconsejable para ello será ofrecerlos en forma de puré o papilla, pero una vez que el bebé comienza con la dentición es normal que los padres ofrezcan algunos alimentos más sólidos, aunque debemos tener mucho cuidado y nunca ofrecerlos enteros y mucho menos si tienen una textura que puede ser un riesgo para nuestro hijo o hija. Conozcamos a continuación, los alimentos que tienen un mayor riesgo de atragantamiento o asfixia en los niños.
Alimentos que tienen un mayor riesgo de atragantamiento o asfixia en los niños
De sobras sabemos que cada niño es un mundo y habrá niños que con apenas un año ya han probado, y masticado, todo tipo de frutas, verduras e incluso su puré suele ser bastante denso. Otros en cambio, tardan hasta los dos o los tres años para poder comer alimentos sólidos sin problema, por lo que dependerá de los dientes que tenga tu hijo o hija y de su capacidad para tragar, el hecho de darle más o menos alimentos sólidos.
Sin embargo, podemos decir que en general los niños a partir de los 3 o 4 años ya son capaces de masticar todo tipo de alimentos, aunque siempre debemos tener mucho cuidado con lo que les damos y sobre todo estar siempre presentes mientras comen o mastican.
Antes de la edad de cuatro años la alerta tiene que ser mayor, ya aunque no lo parezca, existen muchos alimentos que pueden ser un riesgo, y no solo porque tengan un tamaño que el niño o niña será incapaz de tragar, sino porque además debido a su forma y consistencia, es posible que provoque algún que otro atragantamiento al pequeño e incluso puede que exista un riesgo de asfixia.
Alimentos «peligrosos» según su forma o consistencia
Los casos de niños que mueren por asfixia al comer en Europa se cifran en unos 500 al año, de modo que debemos estar alerta y tener en cuenta estas consistencia:
- Alimentos suaves o resbaladizos : que pueden terminar en las vías respiratorias antes de ser masticados.
- Alimentos duros o secos : son más difíciles de masticar por esto se pueden tragar enteros.
- Alimentos sólidos o semisólidos : pueden atascarse entre la laringe y la tráquea.
- Alimentos pegajosos: pueden adherirse a las vías respiratorias y ser más difíciles de eliminar.
Esto no quiere decir que no puedan comer y degustar los más diversos alimentos sino que tendremos que aprender a cortarlos y prepararlos de manera que no supongan un riesgo.
Veamos entonces a continuación todos los alimentos que tienen mayor riesgo de atragantamiento en función de la anterior clasificación y cómo se los tenemos que dar a los niños.
Blandos y resbaladizos
Entre los alimentos blandos y resbaladizos , los considerados de mayor riesgo son:
- uvas: quitar las semillas y cortar a lo largo
- cereza: quitar el hueso y cortar en 4 partes
- salchichas: evita cortarlas, es mejor romperlas en trozos pequeños
- maní y nueces: picar en trozos pequeños
- mozzarella: cortar en trozos pequeños y evitar darla derretida ya que puede estar muy caliente.
- tomates cherry y aceitunas: cortar en 4 partes y si es necesario en trozos más pequeños
- evita los caramelos blandos y las grageas.
Duros o secos
Entre los alimentos duros o secos se encuentran:
- zanahorias: evita cortarlas, pero córtalas a lo largo y posiblemente en trozos más pequeños.
- hinojo y apio crudos: quita los filamentos y corta en trozos pequeños.
- nueces: corta en trozos pequeños.
- evita las palomitas de maíz, los caramelos duros y la fruta confitada.
Sólidos o semisólidos
En cuanto a los alimentos sólidos y semisólidos , debemos tener cuidado con:
- ñoquis: evita combinarlos con quesos que pueden crear un efecto pegamento.
- pasta: elige formatos pequeños o córtala en trozos pequeños.
Pegajosos
Entre los alimentos pegajosos debemos prestar mucha atención a los siguientes:
- trozos de carne o queso: cortarlos en trozos pequeños
- jamón crudo: quitar la grasa y cortar la loncha entera en trozos pequeños
mantequilla espesa y quesos: untarlos sobre pan y evitar la cucharadita - manzana y pera: cortar en trozos pequeños, rallarlas durante el primer año.
- melocotón y ciruela: quitar el hueso y cortar en trozos pequeños, o bien triturar y homogeneizar.
- pasas y frutos secos (por ejemplo, higos, dátiles): dar siempre cortados en trozos pequeños.
- Evita los caramelos de goma, la goma de mascar y los malvaviscos (nubes).
Si a pesar de todas estas recomendaciones, nos encontramos ante un caso de atragantamiento es imprescindible conocer la maniobra de heimlich.
Si la obstrucción es parcial y por tanto el lactante o niño es capaz de toser fuertemente, llorar o hablar, debemos evitar cualquier maniobra de desbloqueo y favorecer la tos. Si la obstrucción es completa, tendremos que proceder con la maniobra de heimlich.
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