Andalucía
El temporal en Andalucía

Andalucía anuncia que complementará las ayudas de la DANA con nuevas subvenciones tras el temporal

La Junta ha diseñado un paquete de ayudas dirigido tanto a ayuntamientos como a agricultores afectados

La Junta de Andalucía ha decidido reforzar su apoyo al sector agrícola tras las intensas lluvias registradas en marzo, que han dejado tanto beneficios como nuevos desafíos para el campo andaluz. El consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández-Pacheco, anunció este domingo en una entrevista que el Gobierno autonómico «complementará» las ayudas ya previstas por las danas de octubre y noviembre con nuevas medidas «donde así se requiera», atendiendo a los desperfectos causados por los recientes temporales.

Fernández-Pacheco explicó que las lluvias de finales de 2024 ya habían ocasionado daños significativos, para los cuales la Junta diseñó un paquete de ayudas dirigido tanto a ayuntamientos como a agricultores afectados. Sin embargo, antes de que se haya concluido el desembolso de esos fondos, las precipitaciones de marzo han generado una nueva situación de emergencia. «Manos a la obra, empezar de cero otra vez donde sea necesario, complementar la ayuda de aquellos meses donde así se requiera, y estar del lado del sector», afirmó el consejero, subrayando el compromiso de la administración con los productores.

En estos momentos, equipos de la Consejería, junto a las oficinas comarcales agrarias y las delegaciones territoriales, se encuentran evaluando el impacto de las lluvias en caminos rurales y explotaciones agrícolas. Según Fernández-Pacheco, en algunas fincas ha sido posible acceder por primera vez este fin de semana para analizar los daños, lo que permitirá dimensionar las nuevas necesidades de apoyo.

Beneficios y desafíos de las lluvias

A pesar de los perjuicios, el consejero destacó el lado positivo de las precipitaciones, calificándolas de «beneficiosas» para la agricultura y la ganadería. «Han llegado en un momento óptimo», señaló, resaltando la recuperación de pastos y el aumento de las reservas de agua en los embalses, lo que mejora las dotaciones disponibles para el riego. «Imagínense la cantidad de pastos que se han recuperado por todo el territorio», añadió.

Con este panorama, Fernández-Pacheco anticipó que los comités de sequía, que se reunirán la próxima semana, analizarán la posibilidad de ampliar las dotaciones de riego y flexibilizar las restricciones de agua. Aunque evitó precisar medidas concretas, afirmó que «las restricciones se levantarán completamente allí donde se pueda y parcialmente creo que en todas las áreas», en función de la capacidad de los embalses y las necesidades locales.

Respuesta a las demandas municipales

Preguntado por la petición del Ayuntamiento de La Línea de atenuar las limitaciones al consumo de agua, una demanda compartida por otros consistorios, el consejero la consideró «lógica y normal». «A nadie le gusta tener restricciones, y a la Junta de Andalucía le garantizo que no le gusta ponerlas tampoco», aseguró, defendiendo que estas medidas buscan garantizar el recurso a corto y largo plazo. «Nadie nos garantiza que después de este tren de tormentas no deje de llover y nos tiremos otro año y medio sin que caiga ni una gota», reflexionó.

En el caso del Campo de Gibraltar, donde las restricciones eran especialmente severas debido a la sequía, Fernández-Pacheco destacó que las recientes lluvias han transformado la situación «de 180 grados». Esto beneficiará tanto a los municipios como a los regantes de una zona con gran valor productivo agrícola.

Desigualdad en los embalses

El consejero también abordó la disparidad en los niveles de almacenamiento de agua entre provincias. Mientras en Almería los embalses apenas alcanzan el 10% de su capacidad, en Sevilla rozan el 100% y en Huelva superan el 80%. Esta desigualdad estructural, según Fernández-Pacheco, requiere una política hídrica basada en «la buena planificación y la inversión constante en infraestructura».

Para las zonas con mayores precipitaciones, como Huelva o Sevilla, abogó por aumentar la capacidad de embalsamiento y mejorar las redes para reducir pérdidas. En regiones más áridas como Almería, propuso captar nuevas fuentes, como el agua regenerada de depuradoras o la desalada. «La solución no es la misma para todas las provincias», insistió, apostando por estrategias adaptadas a cada realidad.

Con estas medidas, la Junta de Andalucía busca no solo paliar los efectos inmediatos de las lluvias, sino también sentar las bases para una gestión sostenible del agua y un apoyo continuo al sector agrícola, uno de los pilares económicos de la región.