El PS/OE
El PSOE lleva camino de convertirse en el “PP”, siglas –en este caso- no del Partido Popular, sino del auténtico “Partido… partido”. Roto en dos, fraccionado por la mitad, abierto en canal. A fuerza de predicar una dinámica cainita, simplista e infantil –amén de demagógica- de buenos y malos, le ha acabado estallando en las manos. Al igual que en las tragedias corales, no hay un único protagonista ni un único culpable del desaguisado. Unos lo son por ser esclavos de su enrome ambición y más bajos instintos… de supervivencia. Otros, por mirar para otro lado –aún viendo venir el iceberg- y esperar a que se abriera la imponente vía de agua en el Titanic para reclamar, tarde y mal, un cambio de rumbo.
Como cantaba Lluis Llach, cuando todavía era un buen cantautor antes de convertirse en un mal político: “Tots hem perdut, tots som vençus.” (Todos somos vencidos, todos hemos perdido). Todos. Los dirigentes del PSOE, sus militantes, simpatizantes y votantes; pero también todos los ciudadanos sensatos y responsables, preocupados por España. Sólo se deben estar frotando las manos los que no lo son.
Hoy nos duele el PSOE, porque siempre nos duele España. Al final, los herederos de los que iban a dejar nuestro país tan cambiado “que no iba a reconocerlo ni la madre que la parió”, lo que han dejado irreconocible es su propio partido. España necesita un PSOE fuerte, respetado y respetable. Un PSOE que abandere una socialdemocracia moderna y constructiva, capaz de compaginar la imprescindible generación de riqueza —porque si no, no hay nada a repartir— con respuestas eficientes a las necesidades de los sectores menos favorecidos de la sociedad. Todo ello acompañado de su sincera y constructiva voluntad de sumarse al imprescindible proceso de regeneración del sistema y a la puesta en marcha de las inevitables reformas estructurales que el país necesita. Pero de todo esto, aún no he oído nada en el fragor de la batalla. Sólo peleas de números y arrojarse apartados de estatutos a la cara.
El PSOE está dividido en dos. Hasta en sus siglas. Porque hoy es el PS/OE y sus dirigentes, militantes y simpatizantes se enfrentan a una disyuntiva. Tienen que tomar una decisión de futuro sobre en qué parte de su “nueva” denominación están: en la mitad PS… siglas de Pedro Sánchez o en la mitad OE…siglas de O España! Por el bien de todos, que no se equivoquen, rescaten las siglas secuestradas y recuperen la senda que nunca debieron abandonar, ésa que conduce a la gobernabilidad y creación de bienestar para todos. Los que no somos socialistas les esperamos con los brazos abierto “PS”, que esta vez quieren decir… ¡Para Siempre!
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