Opinión

Iglesias confirma lo obvio: que la sanidad es una excusa para cargarse a Ayuso

No hacía falta que Pablo Iglesias reconociera lo obvio -que la manifestación contra Ayuso promovida por la izquierda no tenía que ver sólo con la sanidad pública-, porque el perfil de los asistentes, las consignas y las pancartas dejaban bien a las claras que el socialcomunismo está detrás de la marcha convocada en Madrid, pero, en todo caso, se agradece que el ex secretario general de Podemos haya dado la razón a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien viene denunciando desde hace mucho tiempo la politización de las asociaciones vecinales de izquierdas y de todos los partidos socialcomunistas de la Asamblea de Madrid -PSOE, Podemos y Más Madrid- en contra de su gestión de la reapertura de las urgencias extrahospitalarias.

Iglesias ha admitido el cariz político de las protestas: «Ayer estuve en la manifestación y hacía mucho tiempo que no estaba en una movilización de esa dimensión. Fue impresionante. Lo que ocurrió va mucho más allá de Madrid, incluso va más allá de la Sanidad». Y, por si alguien sigue teniendo dudas, baste este entrecomillado: «La movilización de ayer ha desafiado la agenda de la derecha mediática y representa la irrupción de un actor político que ha estado demasiado tiempo ausente: la movilización social… Esto va mucho más allá de Madrid», ha reiterado Iglesias.

Ningún observador mínimamente ecuánime puede negar lo evidente: que la izquierda socialcomunista ha utilizado políticamente las protestas de los sanitarios madrileños -instadas por algunos sindicatos médicos marcadamente de izquierdas- contra Isabel Díaz Ayuso. Y si alguien tiene dudas, responda a esta pregunta: ¿cómo es posible que en otras comunidades donde gobierna el socialcomunismo y la situación de la sanidad pública es objetivamente peor, no haya movilizaciones ni protestas de la izquierda?  Pablo Iglesias, por una vez, ha dicho la verdad: les importa poco la sanidad pública, lo que les interesa es cargarse a Ayuso.